XXXVII Congreso de la semFYC – Madrid
del 4 al 6 de mayo 2017
Atención Primaria.
Caso multidisciplinar
Náuseas y vómitos.
Enfoque individual
AP: Fumador con IPA=6’5. Consumidor de cannabis desde los 14 años. No refiere enfermedades médico-quirúrgicas previas salvo episodio de epigastralgia. No tratamiento. NAMC.
Anamnesis: varón, de 27 años, que acude a la consulta de Atención Primaria por un cuadro de 14 horas de evolución, refiriendo náuseas y abundantes episodios eméticos, superiores a 20, de contenido bilioso, sin otra sintomatología acompañante. Relata 5 episodios similares recientes, de carácter autolimitado. Se decide derivar a Urgencias para valoración.
Exploración: Pálido y diaforético. Leve deshidratación mucocutánea. Abdomen doloroso a la palpación en epigastrio. Resto de exploración, anodina.
Pruebas complementarias: Analítica: amilasa 440 U/L, amilasuria 2250 U/L, leucocitosis y neutrofilia. Resto normal. Ecografía de abdomen sin alteraciones.
Enfoque familiar
Nivel sociocultural bajo.
Desarrollo
JC: dados los AP, la clínica, la ausencia de alteraciones ecográficas y la resolución inmediata tras el ingreso en Digestivo se sospecha hiperémesis cannabinoide.
Diagnóstico diferencial: LOE cerebral, deficiencias enzimáticas hereditarias y vómitos de origen biliar u otros desórdenes digestivos, vómitos psicógenos, TOC y trastornos de la alimentación.
Identificación de problemas: patología descrita recientemente, que raramente se sospecha si no queda reflejado en la historia clínica el consumo de cannabis, siendo necesario descartar organicidad.
Tratamiento
Cese completo del consumo de cannabis y derivación a Salud Mental para ingreso en programa terapéutico para deshabituación cannábica.
Evolución
En consulta se constató patrón emético cíclico, siendo episodios paroxísticos y estereotipados, con bienestar intermedio, así como alivio sintomático con baños calientes y en ambientes tranquilos de escasa luminosidad, y pérdida de 8 kg de peso.
Al abandonar el consumo, se apreció mejoría inmediata. Pese a recaída puntual, ha recuperado peso y reconoce la causalidad del consumo.
El seguimiento periódico, la considerable amplitud de conocimiento científico y la visión holística del Médico de Familia suponen pilares para desarrollar un adecuado razonamiento clínico, sospechando este síndrome y evitando costosos e innecesarios esfuerzos terapéuticos, así como el gasto sanitario y social que genera la ausencia de diagnóstico, siendo indispensable una exhaustiva anamnesis.
El abordaje psicosocial y la promoción de la salud desde la consulta se trata de una herramienta indefectible, dada la elevada frecuencia del consumo cannábico y el efecto invalidante de la hiperémesis secundaria.