XL Congreso Nacional y I Congreso Virtual de la semFYC - Valencia
del 15 de septiembre al 6 de octubre de 2020
Atención Primaria.
Nódulo tiroideo de 30 años de evolución que creció en los últimos tres meses.
Enfoque individual
Prima hermana con nódulo tiroideo. Fumadora ocasional. No antecedentes personales de interés. No tratamiento habitual.
Anamnesis: Mujer de 51 años que acude a consulta de Atención Primaria por sensación de crecimiento de tumoración en lóbulo tiroideo derecho (LTD) ya conocida desde 1990. La paciente no refiere fiebre, clínica tiroidea ni síndrome constitucional.
EF: se palpa tumoración sólida de unos 10x10 mm adherida a planos profundos. No presencia de adenopatías.
PC: analítica y ecografía de cuello y tiroides. Se aprecia lesión focal sólida en istmo-LTD, con señal Doppler periférica y sin adenopatías periféricas. Radiología recomienda control ecográfico en seis meses dónde en la misma, se objetiva aumento de diámetro hasta alcanzar 17 mm. Se realiza PAAF y se constatan atipias focales y se recomienda nuevo control en tres meses.
Ante riesgo de empeoramiento del pronóstico, realizamos consulta telefónica con el jefe de Servicio de Endocrinología y se consigue adelanto de cita en dos semanas. En consulta de Endocrinología, se realiza nueva ecografía y PAAF de la lesión, diagnosticándola de carcinoma papilar de tiroides (Bethesda IV) y se deriva a Cirugía General.
Enfoque familiar y comunitario
Vive en casa con su hija de 22 años. Se separó de su marido hace un año.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
JC: carcinoma papilar de tiroides.
DD: nódulo tiroideo benigno, enfermedad de Graves, tiroiditis y linfoma.
Tratamiento y planes de actuación
Tiroidectomía total y vaciado ganglionar cervical bilateral.
Evolución
Tras dos meses desde la cirugía, la paciente se encuentra clínicamente recuperada y acude a revisiones por Endocrino.
El carcinoma papilar de tiroides es el tumor tiroideo más frecuente y de mejor pronóstico. Es una lesión que, junto con el carcinoma folicular, constituyen los carcinomas diferenciados de tiroides. De este modo, es consustancial la labor del médico de familia para sospechar, por medio de la clínica, una patología que es potencialmente curable. LLevando a cabo así el seguimiento asistencial de nuestros pacientes intentando, en ocasiones, anticipar citas fundamentales en el proceso diagnóstico-terapéutico de la enfermedad si se considera necesario para su salud frente a las demoras en el sistema sanitario.