XL Congreso Nacional y I Congreso Virtual de la semFYC - Valencia
del 15 de septiembre al 6 de octubre de 2020
Atención Primaria.
Úlcera cutánea.
Enfoque individual
• AP: HIV-2 sin tratamiento actual por carga viral baja, DM 2, Asma.
• Anamnesis: Mujer de 45 años que consulta por lesión ulcerada zona tibial anterior izquierda de 3 semanas de evolución. La lesión es dolorosa, caliente e indurada, con bordes eritematosos. Viajó a Gambia hace un mes. Niega fiebre u otra sintomatología.
• Tratamiento actual: Ninguno.
• EF: Lesión ulcerada, indurada de 3x4cm y margen elevado, acompañada de nódulos eritematosos, indurados en ambas EEII, uno de ellos con costra. No afectación mucosa. No fiebre ni adenopatías. Abdomen normal, no visceromegalias.
• PC: Biopsia y analítica.
Enfoque familiar y comunitario
Natural de Gambia. Vive en España. Divorciada. Tiene 5 hijos y vive con uno de ellos.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Paciente con enfermedad por VIH y antecedente reciente de viaje a África, que presenta úlcera con bordes bien definidos e indurados, acompañada de nódulos eritematosos con base hiperemia e indurada en zonas expuestas de ambas EEII. Dada la alta sospecha de Leishmaniasis cutánea, el Médico de Familia realiza una biopsia de la lesión y deriva urgente a Dermatología para valorar resultados y tratamiento. La biopsia confirma posteriormente una dermatitis granulomatosa no necrotizante, con demostración del parásito al examen directo, cultivo y PCR.
Tratamiento y planes de actuación
Antimonio de metilglutamina 20mg/kg/dia im durante 15 días.
Evolución
Se descarta leishmaniasis visceral y las lesiones cutáneas evolucionan favorablemente, quedando atrofia cicatricial residual. El recuento de CD4+ resultó de 820.
La leishmaniosis es una enfermedad parasitaria con amplia extensión geográfica mundial y endémica en España, que se asocia a zonas rurales pobres, malnutrición y inmunosupresión. La coinfección de leishmania con VIH estimula la extensión a leishmaniasis visceral, especialmente en pacientes con un recuento de CD4 inferior a 200 y puede empeorar la carga viral, hecho que influye directamente en la respuesta al tratamiento y condiciona la tasa de recidiva. El papel del Médico de Familia como puerta de entrada al sistema sanitario, realizando la aproximación diagnóstica inicial y coordinando la atención multidisciplinar, así como el seguimiento posterior compartido y la prevención de recaídas, fue crucial en éste caso.