XXXV Congreso de la semFYC - Gijón
del 11 al 13 de junio 2015
Mixto; Atención Primaria, Dermatología
Caso multidisciplinar
Lesión violácea en pezón izquierdo, asintomática
Enfoque individual
Antecedentes personales: Fumadora. Trastorno esquizoafectivo. Tratamiento crónico: biperideno, oxcarbazepina, quetiapina, paliperidona.
Anamnesis: Mujer de 59 años que refiere mancha violácea, asintomática, a nivel del pezón izquierdo que ha ido creciendo progresivamente en los últimos meses.
Exploración: Se observa una mácula marrón oscura con zonas violáceas, heterocrómica, de aproximadamente 1 cm que afecta la zona apical del pezón izquierdo. No se palpan masas subyacentes ni adenopatías. No se observa ni supuración ni infiltración. El resto de la exploración física es normal.
Pruebas complementarias: Vista por Dermatólogo privado que pauta mupirocina pomada ante la sospecha de adenomatosis erosiva del pezón. Analítica completa sin alteraciones.
Ante la no mejoría de la lesión y la sospecha de melanoma se decide remitir de nuevo por vía rápida a Dermatología para realización de biopsia. Ecografía y mamografía: sin alteraciones. RM con gadolinio: discreto aumento de captación a nivel de areola derecha con un ganglio de apariencia benigna en axila izquierda.
Enfoque familiar
Familia nuclear en la etapa III. No antecedentes familiares de interés. Red social con buen apoyo emocional.
Desarrollo
La biopsia punch informa de enfermedad de Paget del pezón.
Diagnóstico diferencial: melanoma, adenomatosis erosiva, dermatitis eczematosa del pezón, carcinoma espinocelular incipiente, angioma
Tratamiento
Siendo una lesión cancerosa se programa exéresis de la lesión.
Evolución
Actualmente la paciente está en la espera de la cirugía y según los resultados se planteará radioterapia y/o quimioterapia. Refiere clínica ansiosa y nerviosismo por el diagnóstico. Se realiza seguimiento estrecho así como apoyo psicológico por parte de su médico de familia.
La enfermedad de Paget mamaria es un carcinoma de la piel que afecta a la epidermis del pezón y/o la areola a partir de un carcinoma intraductal subyacente de los conductos galactóforos. Si no hay tumor mamario palpable más del 90% de los pacientes sobreviven a los 5 años. El médico de familia tiene que saber reconocer una lesión con potencial maligno y asegurar una derivación rápida y un seguimiento estrecho del paciente. Además tiene que ofrecer una atención continuada y apoyo emocional y familiar en caso de enfermedad maligna.