Atención Primaria. 

Varón de 77 años que consulta por dudas en cuanto al tratamiento de su adenocarcinoma de próstata. Durante la entrevista apreciamos una lesión hiperpigmentada en cuero cabelludo. Interrogando al paciente, refiere más un año de evolución, con crecimiento progresivo en los últimos meses, a la que no había dado importancia, al considerarla una mancha del envejecimiento.

Enfoque individual

Antecedentes personales: adenocarcinoma de próstata en tratamiento con radioterapia. Ex-fumador hace 12 años. 

Anamnesis: No síntomas acompañantes. 

Exploración: Mácula 15 x 15 milímetros en zona frontal derecha, con bordes bien definidos, de tonalidad marrón clara con áreas oscuras en parte central. Con el dermatoscopio patrón pseudorreticular. 

Enfoque familiar y comunitario

No antecedentes familiares ni personales de melanoma. 

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

Tenemos que plantearnos el diagnóstico diferencial con aquellas lesiones pigmentadas cutáneas: 

• Melanocíticas: nevus, léntigo, melanoma…
• No melanocíticas: queratosis seborreica, carcinoma basocelular…

Inicialmente se orienta como un léntigo y se decide hacer interconsulta vía online a Dermatología, adjuntando imagen macroscópica y dermatoscópica de la lesión. 

Tratamiento y planes de actuación

Desde Dermatología citan al paciente para incluirlo en lista de espera para resección de la lesión. En la anatomía patológica, léntigo maligno/melanoma in situ, a 1 mm del borde de resección lateral más próximo; lo que obligó a la ampliación de los márgenes de la lesión. 

Evolución

El paciente acude a la consulta para cura de las lesión. Como tratamiento primordial, fotoprotección (50+) y seguimiento con consultas externas de Dermatología. 

El médico de familia es clave en la detección temprana del cáncer de piel. Como objetivo, se presenta la identificación de lesiones precancerosas y cancerosas, distinguiéndolas de aquella lesiones benignas, fomentando de este modo un diagnóstico precoz.
La buena comunicación entre la Atención Primaria y hospitalaria, ayuda a una detección precoz del melanoma in-situ. Todo ello, influye de forma sustancial en la supervivencia y en la calidad de vida de nuestros pacientes.