XXXVII Congreso de la semFYC – Madrid
del 4 al 6 de mayo 2017
Atención Primaria
Caso multidisciplinar.
Odinofagia y tos.
Enfoque individual
Antecedentes personales: fumador de 8 paquetes/año, bebedor 5 UBE/día, EPOC tratado con LABA, artrosis tratada con paracetamol.
Anamnesis: Varón 71 años consulta por odinofagia de 4 días de evolución, cefalea y tos seca, no fiebre, disnea o dolor torácico. Voz disfónica desde hace años.
Exploración: Faringe eritematosa con dudosa lesión hiperqueratósica blanquecina no desprendible en base de pilar palatino derecho de 0,5 cm. No adenopatías. Auscultación pulmonar normal.
Tras consultar se pauta antibioticoterapia, analgesia. Revisión en una semana. No tos, pero persiste la lesión orofaringea y odinofagia. Se comentan las sospechas con el paciente y la posible relación con consumo de sustancias de abuso. El paciente no desea traqueostomía. Consejo breve antitabaco y antialcohol. Estado precontemplativo. Se deriva a ORL por sospecha de malignidad. A los 15 días acude con cese de hábitos tóxicos, traqueostomía e informe con diagnóstico de Ca laríngeo.
Enfoque familiar
Casado, buena relación con esposa con Ca de mama, conflicto leve por depresión de ella y consumo de sustancias de abuso de él. Sin relación con los 2 hijos. Jubilado, relación cordial con vecinos. Barrio nivel socio-cultural bajo.
Desarrollo
Juicio clínico: Carcinoma epidermoide supraglótico derecho, aritenoides derecho afectado T2.
Diagnóstico diferencial: faringoamigdalitis, candidiasis oral, leucoplasia.
Identificación de problemas: Fase de negación, rechazo de tratamiento y medidas de prevención terciaria.
Tratamiento
Laringuectomía supraglótica láser + Vaciamiento cervical funcional bilateral. Rehabilitación y logoterapia. Apoyo emocional por nuestra parte al paciente y a su mujer y seguimiento del cese de hábitos tóxicos.
Evolución
6 meses después mantiene comunicación verbal, abstinencia y no hay datos de recidiva neoplásica.
El consejo médico individualizado para prevención y promoción de la salud es un deber del médico, un derecho del paciente y una forma efectiva de evitar complicaciones prevenibles, potencialmente fatales. Conocer y reconocer los síntomas de alarma de sospecha de malignidad es básico para no demorar un diagnóstico precoz que puede salvar vidas.