XLII Congreso de la semFYC - Sevilla

del 30 de junio al 2 de junio de 2022

Comunicaciones: Casos clínicos

Lesiones cutáneas: ¿qué hay detrás? (Póster)

Ámbito del caso

Atención primaria.

Motivos de consulta

Varón de 79 años que consulta por lesiones cutáneas pruriginosas.

Historia clínica

Enfoque individual

Antecedentes personales: No alergias medicamentosas. Exfumador. Hipertensión arterial. Hipertrofia benigna de próstata.

Tratamiento domiciliario previo al cuadro: Clortalidona, durasterida, losartán, amlodipino, atorvastatina.

Anamnesis: Consulta por “sarpullido”. A la exploración, lesiones cutáneas consistentes en máculas eritematosas en cara anterior de tórax y miembros, que impresiona de eccema.

Enfoque familiar y comunitario

No otros convivientes con lesiones cutáneas ni prurito. No cambios en productos de higiene, alimentación ni mascotas.

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

Ante la impresión de eccema, se trata con metilprednisolona tópica y desloratadina. Se solicita analítica, sin alteraciones salvo discreta eosinofilia e hiperuricemia. Se realiza teleconsulta de dermatología, les impresiona de eccema y aconsejan tratamiento con crema de betametasona/gentamicina y cetirizina.

Tras mejoría inicial, se retira tratamiento y un mes después consulta por reaparición de lesiones, observándose ampollas y erosiones en brazos, se sospecha entonces de penfigoide ampolloso. Se inicia tratamiento tópico con clobetasol. Se contacta con dermatología, que realiza biopsia confirmando el diagnóstico de penfigoide ampolloso.

Se solicita nueva analítica, que pone de manifiesto anemia ferropénica, trombocitosis, hipoalbuminemia y un componente monoclonal IgM-kappa, se deriva a hematología que diagnostica de Enfermedad de Waldenström, con penfigoide ampolloso de probable etiología paraneoplásica.

En este contexto, el paciente consulta de nuevo en atención primaria por fatiga y edemas con fóvea hasta raíz de miembros. Se diagnostica de edemas de origen multifactorial (amlodipino, hipoalbuminemia y anemia).

Tratamiento y planes de actuación

Se tratan las lesiones cutáneas con doxicilina, prednisona a altas dosis y curas diarias con clobetasol y ácido fusídico.

Por parte de hematología, mantienen actitud expectante.

Se retira amlodipino y se pauta hierro oral y furosemida para tratamiento deplectivo.

Evolución

Las lesiones cutáneas experimentan una marcada mejoría. Los edemas descienden de forma importante, manteniéndose actualmente con 40 mg de furosemida.

Conclusiones (y aplicabilidad para la Medicina de Familia)

Se trata de un paciente con una enfermedad hematológica que debuta inicialmente con un penfigoide ampolloso, por lo que destacamos la importancia de pensar en cuadros sistémicos ante manifestaciones cutáneas. Vemos la relevancia de la Medicina de Familia como nexo de unión entre las distintas especialidades.


Comunicaciones y ponencias semFYC: 2024; Comunicaciones: Casos clínicos. ISSN: 2339-9333

Autores

Ferreiro Sanmartín, Irene
CS a Milagrosa. Lugo
Romero Ramil, Lucia
CS de Paradela. Lugo
López Rey, Noemí
CS a Milagrosa. Lugo