XL Congreso Nacional y I Congreso Virtual de la semFYC - Valencia
del 15 de septiembre al 6 de octubre de 2020
Atención Primaria.
Lesiones en el pene.
Enfoque individual
Varón de 62 años acude a urgencias de nuestro centro de Atención Primaria por presentar desde hace 48h lesiones en el pene dolorosas, no pruriginosas. No relaciones sexuales de riesgo ni fuera de la pareja habitual.
A la exploración: Base de pene normal, no adenopatías, prepucio muy edematoso y eritematoso con afectación de la zona final del pene que afecta de forma uniforme a toda la circunferencia. En alguna zona, el edema ha provocado fisuración, no lesiones satélite.
Enfoque familiar y comunitario
Casado con un hijo, buen entorno familiar, clase social media.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Diagnóstico: ERITEMA FIJO PIGMENTARIO SECUNDARIO A MACRÓLIDOS (Azitromicina).
Diagnóstico diferencial:
Micosis sobreinfectada versus eritema fijo pigmentario.
Tratamiento y planes de actuación
TTO: Urbasón 60 mg IM, en domicilio: Daktarin tópico + atarax.
Continuar con atarax + tto tópico combinado (corticoides + antifúngico + antibiótico)
Evolución
A las 72h reconsulta de nuevo en urgencias del CAP por presentar empeoramiento de las lesiones pese a tratamiento, reinterrogamos y revisamos historia clínica viendo que hacía 6 días había iniciado tto con azitromicina y concidia con la aparición de las lesiones (y otra vez hace varios años también con el mismo fármaco).
Revaloramos a los 10 días cediendo casi por completo las lesiones en el pene y el paciente encontrándose asintómatico lo cual nos confirmó el dco. de: ERITEMA FIJO PIGMENTARIO SECUNDARIO A MACRÓLIDOS (Azitromicina).
El eritema pigmentario fijo (EPF) es una farmacodermia caracterizada clínicamente por la recurrencia de lesiones en los mismos sitios tras la reexposición al agente causal.
La manifestación más frecuente son manchas eritematosas con ampollas, localizadas principalmente en el glande , en pacientes entre la 3ª y la 4º década de la vida, con una evolución menor a un mes, siendo los antibióticos una de las causas más frecuentes.
La localización genital del EPF es una de las topografías más frecuentes, siendo más común en hombres que en mujeres.
Desde atención primaria debemos realizar siempre una buena anamnesis y estrecho seguimiento de nuestros pacientes para así poder discernir entre la sospecha de los diferentes diagnósticos diferenciales y así llevar a cabo una adecuada actitud terapeútica.