13-14-15 de noviembre de 2025
Transformar el rol del equipo directivo (ED) del centro de salud desde una visión puramente administrativa hacia una función centrada en la gestión de personas, fortaleciendo la motivación, el compromiso, la cohesión profesional y la mejora asistencial mediante el conocimiento profundo del equipo.
En un centro de salud rural, el ED ha implantado un modelo de liderazgo centrado en entrevistas individuales anuales con cada profesional, en las que se exploran su situación, aspiraciones y motivaciones. Estas reuniones permiten establecer compromisos bidireccionales y detectar fortalezas que dan lugar a iniciativas internas (comisión de bienestar, ayuda a morir, club de lectura, etc.).
La gestión de conflictos se aborda con entrevistas basadas en comunicación no violenta.
Se prioriza la acogida de nuevos profesionales mediante entrevistas de bienvenida y planes de integración.
Además, se fomenta el desarrollo profesional dentro del horario laboral, permitiendo dedicar tiempo a proyectos de interés compartido. También se celebra una jornada anual, tipo congreso, con actividades de reflexión y gamificación; y mensualmente se realizan talleres de autocuidado y espacios compartidos como el club de lectura.
El ED (director, responsable de enfermería y jefe de equipo) se reúne semanalmente para tomar decisiones consensuadas.
Este modelo ha generado un equipo motivado, cohesionado y participativo, con un excelente clima laboral y mejoras asistenciales tangibles. La dirección centrada en las personas se convierte en un verdadero motor de cambio. El trabajo de un ED no debe quedarse en ser un mero transmisor de la información o de trámites burocráticos.
Es una experiencia extrapolable a otros centros. Un liderazgo humano, con foco en las personas, es esencial para la sostenibilidad del sistema. El ED, como primer eslabón de la gerencia, puede alinear necesidades locales con estrategias globales.