XXXVII Congreso de la semFYC – Madrid
del 4 al 6 de mayo 2017
Atención Primaria.
Caso multidisciplinar.
Pérdida de peso
Enfoque individual
Antecedentes personales: No AMC, no fumadora ni consumidora de tóxicos, no intervenciones quirúrgicas. Diverticulitis de colon sangrante. Hepatopatía crónica no alcohólica.
Anamnesis: Mujer de 58 años que consulta por pérdida de peso de varios meses de evolución, sin pérdida de apetito ni disminución de la ingesta ni síntomas acompañantes. Se procede a realizar un estrecho seguimiento analítico y del peso la paciente, comprobando que continua asintomática (mantiene hipertransaminasemia crónica); se realiza interconsulta a Endocrinología quien solicita EMG y nueva analítica de control siendo ambos normales. Se decide solicitar consulta con la Unidad de Diagnóstico Rápido donde revisan su historial médico y todas las pruebas realizadas diagnosticándola de Lipodistrofia Generalizada Adquirida.
Exploración física: Disminución generalizada de la grasa corporal sin afectación de la masa muscular. Resto normal.
Pruebas complementarias: Analíticas de sangre sin cambios respecto a las previas (hipertransaminasemia e aumento de la amilasa crónicas). VIH negativo. EMG sin hallazgos relevantes.
Enfoque familiar
Soltera. La paciente trabaja y se desenvuelve adecuadamente en sus actividades diarias manteniendo relaciones cordiales con su familia, amigos y conocidos. Barrio nivel socio-cultural alto.
Desarrollo
Juicio clínico: Lipodistrofia generalizada adquirida de inicio tardío con afectación hepato-muscular y EMG normal que afecta a uno de los enzimas relacionados con la lipasa tanto a nivel de tejido subcutáneo como hepático.
Diagnóstico diferencial: lipodistrofia por VIH, por insulina u otras causas.
Identificación de problemas: patología catalogada como trastorno raro y sin apenas literatura publicada al respecto, lo que hace muy difícil su diagnóstico.
Tratamiento
Tratamiento higiénico-dietético. Revisiones periódicas con Endocrinología-nutrición.
Evolución
En el momento actual la paciente mantiene un peso estable y continúa asintomática.
A pesar de que este caso es un trastorno raro, nos sirve como recordatorio de que es nuestra función como Médicos de Atención Primaria examinar al paciente en su conjunto y plantearnos si todas las patologías que éste desarrolla a lo largo del tiempo pudiesen estar interconectadas. Así mismo, nos demuestra la importancia de saber derivar a nuestros pacientes a los servicios correctos cuando la patología que presentan escapa a nuestros conocimientos.