XLIV Congreso de la semFYC - Barcelona
14-16 de noviembre de 2024
Pérdida de conocimiento. Sensación de malestar cinco días antes de la consulta, febrícula y tos. A las 48 horas después de escasa ingesta oral cuadro de pérdida de conocimiento presenciada por su marido, ojos en blanco y manos «en comadrón». Recuperación lenta –unos 30 minutos– y progresiva. Valorada en Urgencias hospitalarias, constantes normales y se recomienda derivación a neurología. Posterior sensación de embotamiento que persiste hasta la consulta.
Enfoque individual
Paciente de 57 años, antecedentes personales: Hipertensión arterial, Hipotiroidismo postquirúrgico por cáncer de tiroides (T1b, N1a, M0), enfermedad de Crohn, fumadora, migraña.
Tratamiento farmacológico: Atenolol 50 cada 24 horas, levotiroxina 100 una por semana, levotiroxina 112 seis por semana. Rizatriptan 10 mg si precisa.
Enfoque familiar y comunitario
Madre de dos hijos, trabajo fijo con buen ambiente laboral, paciente poco consultante y con elevada capacidad para el autocuidado. Paciente del mismo médico desde hace más de 20 años.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Ante el cuadro clínico explicado la primera orientación llevaba a descartar la epilepsia. Por anamnesis la paciente comenta un cuadro similar cinco años antes con relajación de esfínteres añadida, también valorada en urgencias hospitalarias con TAC normal y completa recuperación. La paciente lo orientó como lipotimia y no le dio más importancia.
La revisión del historial clínico permitió ver que hacía más de cinco años que no se valoraba el metabolismo fosfo-cálcico de la paciente pese a la tiroidectomia y tratamiento con yodo radioactivo.
Tratamiento y planes de actuación
La paciente fue derivada con carácter preferente a neurología para estudio neurològico y descartar epilepsia.
Se realizó desde Atención Primaria un análisis que demostró hipocalcemia y hiperfosfatemia, sin otras alteraciones. Se realizó una interconsulta telefónica con endocrinología para iniciar el tratamiento de la hipocalcemia y se indicó carbonato de calcio 1.200 miligramos al día.
Evolución
La paciente fue normalizando sus valores de calcemia y fosfatemia y su sintomatología de malestar general desapareció completamente. Pese a conocer la situación, al haber dos episodios previos desde neurología de realizó electroencefalograma que fue normal.
La revisión de la historia clínica es siempre necesaria, pero todavía más ante cuadros poco claros.
Ante una sospecha de convulsión, el estudio del metabolismo del calcio nos puede ayudar en el diagnóstico diferencial.