Comunicaciones: Casos clínicos

Lívedo reticularis por amantadina (póster)

ÁMBITO DEL CASO

Atención Primaria.

MOTIVOS DE CONSULTA

Lesiones cutáneas en ambas extremidades inferiores.

HISTORIA CLÍNICA

Enfoque individual

Mujer de 80 años que presenta como antecedentes de interés HTA, dislipemia y enfermedad de Parkinson idiopática de 5 años de evolución.

La paciente acude a la consulta de atención primaria por lesiones cutáneas, no pruriginosas en cara anterior de ambas extremidades inferiores de 3 semanas de evolución.

A la exploración, se objectivan lesiones de distribución reticular y coloración rojo-violácea en cara anterior de ambas extremidades inferiores, no mostrando el resto de la exploración física general cambios respecto a su situación basal.

Se realiza una analítica en la que se encuentran todos los parámetros dentro de la normalidad (incluidos coagulación y marcadores autoinmunes).

Enfoque familiar

Viuda que convive con su hija, durante el día permanece en un centro de día.

Desarrollo

Juicio Clínico: Lesiones compatibles con una lívedo reticularis.

Diagnóstico diferencial: Vasculitis autoinmunes (Lupus, Artritis Reumatoide,...), embolización por colesterol, infecciones como la enfermedad de Lyme o reacciones adversas a medicamentos.

No se detectaron cambios en la medicación habitual de la paciente, excepto por la introducción 3 meses antes de amantadina 100mg/24h, en el contexto de su enfemedad de Parkinson. Revisando la literatura, se identificaron varios casos publicados en los que se descibe la livedo reticularis como efecto secundario de la amantadina.

Tratamiento

Se retira la amantadina.

Evolución

A la seis semanas de la suspensión del fármaco, presenta ausencia de las lesiones.

CONCLUSIONES

La livedo reticularis se puede presentar como un efecto adverso en pacientes que reciben tratamiento con amantadina. 

El diagnóstico de la livedo reticularis es clínico, por lo tanto, el médico de familia debe identificarlo y realizar un correcto diagnóstico diferencial. La livedo reticularis secundaria a amantadina se puede resolver completamente, en la mayoría de los casos, tras la retirada del medicamento.

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