13-14-15 de noviembre de 2025
Enfoque individual
Hombre de 93 años. IABVD. Camina con bastón. AP DM tipo 2, HTA, DL, ERC G4A3, BRIHH conocido. Tratamiento con Valsartan 160 mg, amlodipino 5 mg y bisoprolol 2.5 mg al día. Consulta telefónicamente por edemas en miembros inferiores que relaciona con el calor intenso. Sin antecedentes previos. Niega dolor torácico o palpitaciones. Refiere ortopnea como «ansiedad al tumbarse en la cama». Niega patología aguda reciente. Iniciamos Furosemida 20 mg al día, y citamos en consulta presencial.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
En consulta, TA 120/70 mmhg, FC: 56 lpm, Peso 51 kg, IMC 17. Presentaba edemas hasta tercio medio de ambos muslos. Crepitantes en ambas bases, soplo sistólico en foco mitral y aórtico. Realizamos ecocardioscopia a pie de cama, en la que se visualiza FEVI severamente deprimida, con HVI, pared libre del VD hiperactiva. Derrame pleural hasta tercio medio bilateral. Líquido libre perihepático y periesplénico.
Como diagnóstico principal, insuficiencia cardíaca congestica con FEVI visualmente deprimida.
Tratamiento y planes de actuación
Iniciamos Furosemida a dosis de 60 mg/día, reducimos Valsartan a 40 mg/día, y añadimos Empaglifozina 10 mg/día. Citamos con analítica en 72 horas. En la analítica, Anemia ferropenica moderada Hg 7,9 g/dL, ERC G4A3, BNP > 15,201 pg/ml, hipoproteinemia e hipoalbuminemia. Ajustamos tratamiento, añadiendo Hierro oral, y suplementos dietéticos (batidos).
Evolución
Consultamos por E-Consulta con Cardiología las imágenes y la actitud tomada en consulta, con el que se mostraron de acuerdo, optando por manejo conservador desde AP. Citamos al paciente semanalmente para realizar seguimiento clínico y ecográfico, en el que vimos progresivamente la reducción del derrame pleural, y del líquido abdominal, además de la reducción de los edemas, y la mejoría de la sintomatología.
En un paciente frágil, el diagnóstico y tratamiento de la Insuficiencia Cardíaca en Atención Primaria, acompañado por la ecografía, facilita el manejo, reduciendo los ingresos, con la comorbilidad que representan. En este caso, el paciente pudo ser manejado ambulatoriamente, haciendo un seguimiento estrecho, priorizando los deseos del paciente, que eran estar en casa, acompañado de su familia.