XLI Congreso Nacional de la semFYC - Palma de Mallorca
del 7 al 9 de octubre de 2021
Enfoque individual
Paciente de 43 años sin antecedentes de interés que acude a consulta por aparición de lesiones ampollosas en ambas manos de unos 5 días de evolución, asocia prurito. Refiere aumento de sensibilidad en ambas manos con dolor al mínimo contacto e impotencia funcional. No hay lesiones en otras localizaciones ni episodios previos similares. No refiere otra clínica asociada ni prescripción de fármacos. Afebril en todo momento.Enfoque familiar y comunitario
No refiere ambiente familiar y laboral epidémico.Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Se exploró al paciente descartando otras lesiones en piel, en mucosa oral o genital. Basándonos en la anamnesis, la clínica y la exploración dentro del diagnóstico diferencial pensamos en urticaria, eritema multiforme, herpes simple, pénfigo, penfigoide, síndrome de Steven Johson o necrólisis epidérmica tóxica (aunque la afectación suele ser más generalizada).Tratamiento y planes de actuación
Desde primaria se inicia tratamiento con antihistamínicos para paliar el prurito, realizamos seguimiento y remitimos a dermatología preferente para valoración.Evolución
Reinterrogado refiere episodio de herpes labial las 2 semanas previas a aparecer las lesiones, la morfología de las lesiones ha cambiado, encontrando ahora lesiones eritematosas, circulares y dianiformes de 4 a 15 mm con una ampolla violacea central en palma de las manos y dorso de los dedos, asocian algo de edema. Continúa sin haber afectación en mucosas ni en otra superficie corporal. Dada la morfología de las lesiones y el antecedente previo de virus herpes simple, el cuadro impresiona de un eritema multiforme. Se solicita analítica sanguínea con anticuerpos y factores del complemento, resultando sin alteraciones significativas. Además en Dermatología se realizó biopsia cutánea objetivando dermatitis liquenoide compatible con eritema multiforme. Se inició tratamiento con corticoide vía oral y tópica. La evolución del paciente desde el momento del diagnóstico ha sido tórpida, recidivando en hasta 5 ocasiones el episodio de eritema multiforme, aunque de menor gravedad, desde atención primaria se ha realizado el tratamiento y el seguimiento posterior.