XXX Congreso de Comunicación y Salud - Santander
del 3 al 5 de octubre de 2019
Enfoque individual
Mujer de 99 años con deterioro cognitivo leve y dependiente para las actividades básicas. Antecedente de episodios de hemorragia digestiva baja que no ha sido estudiada por decisión entre familiares y digestivo tras valorar riesgos-beneficio. Acude por presentar desde hace 2 días astenia y rectorragia, no activa en el momento de su llegada.
Enfoque familiar y comunitario
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
- Tras la valoración inicial identificamos presencia de anemia sintomática por lo que se decide trasfundir y dejar en observación.
- El adjunto de guardia me comunica que la enfermera le ha informado de que “la mujer de 99 años con rectorragia está sangrando activamente”, y que debo informar al hijo de la situación.
- Decido revalorar a la paciente antes de hablar con el hijo, pero no es posible ya que está siendo atendida por las auxiliares.
- Tras informar al hijo del pronóstico y explicarle que debe tomar una decisión acerca de las medidas y limitaciones terapéuticas que desea que se realicen en caso de empeoramiento, detecto que se muestra desbordado por la situación y por la urgencia de tomar una decisión.
- El adjunto me comunica que ha habido un error dado que la mujer con sangrado activo es otra paciente con la misma edad y diagnóstico. Por lo tanto, la información que he transmitido al familiar y la cual le ha generado un impacto emocional importante es incorrecta.
Tratamiento y planes de actuación
- Informar nuevamente de la situación, explicar el error cometido y pedir disculpas.
- Ofrecer apoyo emocional.
- Ofrecer la posibilidad de realizar una reclamación si así lo desea.
Evolución
- El hijo comprende el error cometido, acepta las disculpas y agradece especialmente nuestra sinceridad.
- Cuidar la comunicación interprofesional incluso en ámbitos de mucha sobrecarga laboral evitará errores indeseables que puedan afectar a pacientes y familiares.
- Referirse a los pacientes por su nombre y no por su enfermedad da lugar a una medicina más integral y personalizada.
- Dar importancia a una buena preparación antes de comunicar una mala noticia, reducirá el estrés en el interlocutor y receptor.
- Asumir los errores, ser sinceros y saber pedir perdón es positivo para la relación médico-paciente.