XLIV Congreso de la semFYC - Barcelona
14-16 de noviembre de 2024
Enfoque individual
Mujer de 90 años con antecedentes de osteoporosis en tratamiento con alendronato, suplementos de calcio y vitamina D hace cinco años en los que, a pesar del tratamiento, sufre varias fracturas (fémur derecho, vertebral D11, cúbito y radio derechos). Se cambia tratamiento por Denosumab hace 6 meses.
Dos meses antes presentó herpes zoster con afectación del nervio trigémino. No hubo afectación de conducto auditivo, ni oftálmica, si presenta neuralgia postherpética mal controlada con analgésicos, incluyendo pregabalina. Dos días antes de la consulta en Atención Primaria sufre pérdida de 2 piezas dentales y otra presenta movilidad y caída inminente. Asocia dolor bucal generalizado.
Exploración física: en cavidad oral se constata ausencia de varios dientes, lesión ulcerada de fondo grisáceo en mucosa gingival de lado izquierdo de maxilar inferior, y visualización de hueso necrótico. No adenopatías submandibulares aunque la palpación local es dolorosa. No lesiones dérmicas en cara actualmente.
Se realiza ortopantomografía: zonas de esclerosis alternando con otras de osteólisis, que corroboran el diagnóstico de osteonecrosis del maxilar.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
El diagnóstico diferencial incluye descartar infección de origen odontológico por mala higiene bucal, traumatismos, osteomielitis, tumores primarios o metastásicos y osteonecrosis farmacológica.
Juicio clínico: osteonecrosis del maxilar
Tratamiento y planes de actuación
Se recomiendan enjuagues bucales frecuentes con clorhexidina acuosa y amoxicilina-clavulánico como tratamiento antibiótico.
Evolución
Evolucionó favorablemente, con la pérdida irreversible de varias piezas dentales, sin sobreinfección asociada al proceso. La lesión ulcerada persistió más de 3 meses.
La osteonecrosis del maxilar inferior secundaria a la administración de bifosfonatos es una patología infrecuente pero que hay que tener presente. No existe un tratamiento efectivo por lo que las medidas preventivas son de vital importancia. El 60% de los casos se localiza en el maxilar inferior. Su aparición puede ocurrir a partir de los 4 meses desde el inicio del tratamiento y puede alcanzar al 10% de los pacientes tratados al cabo de 36 meses. La mayoría de los casos son secundarios a traumatismos o manipulaciones dentales, siendo la menor parte de causa desconocida.