XXXVII Congreso de la semFYC – Madrid
del 4 al 6 de mayo 2017
Servicio de Urgencias
Caso multidisciplinar
Mujer de 35 años que consulta por dolor en brazo izquierdo de 3 horas de evolución asociado a aumento de diámetro del mismo y ligero aumento de la temperatura local con respecto al contralateral. La paciente niega traumatismo directo o sobreesfuerzo.
Enfoque individual
Mujer de 35 años sin factores de riesgo cardiovascular. Antecedentes personales: Síndrome vertiginoso. Ansiedad.
Buen estado general, consciente y orientada, normocoloreada, normohidratada y normoperfundida. Eupneica en reposo. Afebril. Glasgow 15/15.
Brazo izquierdo: aumento de diámentro respecto a miembro contralateral, con aumento de la temperatura local en región humeral, parestesias en dedos. No circulación venosa colateral.
Escala de Wells: 0 puntos.
Analítica: Hb 12.2, leucocitos 9260, plaquetas 219000, Dímero D 1041, fibrinógeno 545, TP 1, TTPA 0.8, PCR 2
Radiografía de tórax: sin alteraciones
Ante el hallazgo del dímero D se solicita ecografía de tronco axilar, la cual informan: se aprecia vena axilar con contenido ecogénico en su interior, no compresible, sin flujo Doppler. Hallazgos compatibles con TVP de vena axilar izquierda.
Enfoque familiar
En la familia no existen antecedentes de enfermedades hereditarias.
Desarrollo
Juicio clínico: Trombosis venosa profunda axilar izquierda.
Diagnóstico diferencial: celulitis, trombosis venosa profunda.
Tratamiento
Se instaura tratamiento con heparina de bajo peso molecular a dosis anticoagulantes (mg/kg/12 horas) y se ingresa a la paciente a medicina interna.
Evolución
Durante su ingreso la paciente no presenta eventos similares, con resolución del cuadro. De manera ambulatoria, desde consultas externas se estudió la probabilidad de trombofilia, quedando descartada.
A pesar de tratarse de una mujer joven, sana, no fumadora, sin factores de riesgo según la escala de Wells, nadie queda exento de los efectos adversos de los fármacos. Es por ello, que deben utilizarse con precaución, y a pesar de que en la práctica diaria la tendencia es pensar que los efectos adversos graves sonmínimos y muy raros, hay que tenerlos siempre en cuenta, tanto para sopesar el riesgo-beneficio como para realizar un seguimiento a nuestro paciente.