XXXVII Congreso de la semFYC – Madrid
del 4 al 6 de mayo 2017
Mixto
Caso multidisciplinar
Lumbalgia
Enfoque individual
Antecedentes: hipertenso, hernias lumbares hace 15 años. Fuma 85 paquetes/año. Tratamiento actual: Omeprazol, Pregabalina, Dexketoprofeno, Metamizol, Tizanidina.
Anamnesis: varón, 45 años, consulta en centro de salud por lumbalgia de larga evolución, irradiada a miembro inferior izquierdo, agudizado en los últimos veinte días, que no mejora con analgesia. Refiere pérdida de peso tras disminuir ingesta por el dolor. Ha acudido repetidamente en días previos a Urgencias, solicitando medicación intramuscular, diagnosticado de lumbalgia secundaria a probable hernia. Solicitamos RMN preferente. El paciente vuelve a Urgencias, tras realización de la misma.
Exploración: Constantes normales. Lasègue positivo a 45º, hipoestesia en caras anterior e interna. Pulsos distales conservados y simétricos. Resto de exploración rigurosamente normal.
Pruebas complementarias:
Analítica, ECG, radiografía normal.
RMN: masa de 18x60x80cm, en espesor del psoas izquierdo, con probable calcificación. Provoca desplazamiento ventral de la aorta, lateral de la cava inferior y remodela margen anterior de cuerpos vertebrales L1 y L2. Pinzamiento discal L3-4-5-S1 con protrusión.
Ingresa en Medicina Interna.
TC de abdomen para estudio de masa: aneurisma de aorta abdominal roto, contenido en fascia renal, extravasación de contraste.
Enfoque familiar
Casado, buena relación con su mujer que lo acompaña. Vive en barrio sociocultural medio-alto, sin relación con los vecinos. Trabaja en hostelería.
Desarrollo
Juicio clínico: aneurisma aórtico abdominal roto.
Diagnóstico diferencial: hernias lumbares, tumor abdominal/lumbar, contractura muscular, cólico renal.
Identificación de problemas: esta patología supone uno de los signos de alarma más temibles que podemos encontrar cuando exploramos a un paciente con lumbalgia. Sin embargo, su baja prevalencia, nos puede hacer bajar la guardia y pasarla desapercibida.
Tratamiento
Se contacta con Cirugía Vascular para realizar intervención urgente.
Evolución
Tras la cirugía el paciente se recupera favorablemente.
A menudo vemos pacientes ya diagnosticados, que han consultado reiteradamente por el mismo motivo. El sesgo de anclaje supone errores en nuestra práctica clínica, al desviarnos de otros diagnósticos menos probables. Los médicos de familia debemos hacer frente a estas situaciones, considerando toda opción y manteniéndonos alerta ante posibles signos de alarma, entendiendo siempre la medicina de familia como una ciencia de incertidumbre.
Posiblemente la mejor forma de evitar sesgos de anclaje sea realizar una entrevista clínica mediante escucha activa y anamnesis no dirigida.