XXXVI Congreso de la semFYC – A Coruña
del 9 al 11 de junio 2016
Atención Primaria.
Caso multidisciplinar
Imposibilidad para oclusión oral.
Enfoque individual
Antecedentes personales:
Varón, 18 años. Bruxismo y ortodoncia.
Anamnesis:
Acude a nuestra consulta a primera hora porque tras despertarse ha bostezado y la mandíbula se ha quedado bloqueada, con intenso dolor en articulación temporomandibular (ATM) derecha. Días antes le ocurrió mientras reía pero la mandíbula volvió a su sitio tras unos instantes.
Exploración:
Apertura oral persistente, con desviación mandibular hacia la izquierda y deformidad en ATM derecha.
Pruebas complementarias:
RX lateral de cráneo y mandíbula: luxación ATM derecha (imagen 1).
Enfoque Familiar
Tipo de Familia: nuclear con parientes próximos.
Fase III B del ciclo vital familiar (Extensión).
Buena red social y apoyo emocional. Escala de apoyo funcional de Duke: 44 puntos.
Escala de Reajuste Social de Holmes y Rahe: 45 puntos.
Desarrollo
Luxación mandibular derecha secundaria a disfunción de la ATM.
Tratamiento
Tras corroborar radiológicamente se trata de reducir mediante la maniobra de Dupuis con éxito. Se coloca vendaje que limita la apertura oral y se prescriben antiinflamatorios y analgésicos habituales durante unos días. Se remite a consulta de cirugía maxilofacial para valorar la disfunción de la ATM.
Evolución
Favorable. Sigue ejercicios de rehabilitación de la ATM. Sin nuevos episodios de luxación.
La luxación mandibular consiste en el desplazamiento del cóndilo mandibular fuera de la cavidad glenoidea. Posee múltiples factores predisponentes como el bruxismo y las repetidas maniobras estomatológicas, como ocurre en nuestro paciente. El síndrome de Ehler-Danlos o la epilepsia son otros que se descartaron. Cuando ocurre es importante reducirla lo más precozmente dado el dolor, la angustia y los daños causados a la ATM, que son directamente proporcionales al tiempo desde la instauración. Presentamos este caso para recordar las maniobras de Nelaton (casos bilaterales) y de Dupuis (casos unilaterales), consistentes en introducir nuestros pulgares, o pulgar, en la boca del paciente cuya cabeza estará apoyada contra una pared, presionar los molares hacia abajo mientras rotamos la mandíbula dirigiendo el mentón hacia arriba de modo que el cóndilo mandibular desciende y sobrepasa la eminencia ósea volviendo a su sitio ayudado por la presión negativa de la ATM. Miorrelajantes, sedación y anestesia pueden ser necesarios. Es una maniobra relativamente sencilla que puede ayudar a nuestros pacientes.