XXXVIII Congreso de la semFYC – Barcelona
del 10 al 12 de mayo de 2018
A partir detectar personas mayores vulnerables mediante el programa de acción comunitaria municipal RADARS, contribuir a paliar los efectos negativos de la soledad no deseada y aumentar la autosatisfacción del individuo.
Se ofreció al grupo de personas vulnerables detectadas asistir a una escuela de salud que se realizaría en el ambulatorio. Esta propuesta fue rechazada por ellos mismos. Sin embargo, propusieron realizar una comedia teatral. Se propuso el proyecto a un grupo de teatro del barrio. Dos horas semanales durante nueve meses, ensayaron la pieza teatral “Hay un cadáver en mi consulta” en el ambulatorio. Finalmente, fue representada en el centro de salud y en la biblioteca del barrio a profesionales y familiares. El proyecto ha aglutinado a usuarios y voluntarios del proyecto RADARS, a voluntarios del grupo de teatro (todos forman parte de la misma comunidad), a técnicos del proyecto comunitario municipal y a profesionales del centro de salud. El grupo se ha mantenido estable y ha permitido romper la barrera de la soledad y aislamiento de los ancianos. Los participantes han desarrollado capacidades cognitivas, físicas, de ejecución de tareas, de colaboración en grupo y de compromiso para poder culminar con la representación teatral.
En el desarrollo de actividades comunitarias desde los centros de salud, es imprescindible tejer redes entre los proyectos ya existentes en la comunidad y las entidades o grupos sociales y vecinales ya constituidos. Es obligatorio atender las demandas de la población destinataria antes que imponer proyectos pensados en nuestras consultas. En nuestro caso, los participantes han vencido el aislamiento social condicionado por su vejez y ha sido de utilidad como taller de memoria y de ejercicio físico. La experiencia se ha valorado positivamente por todos los actores.
En todas aquellas comunidades con alto índice de envejecimiento y con población en riesgo de soledad y aislamiento.