XL Congreso Nacional y I Congreso Virtual de la semFYC - Valencia
del 15 de septiembre al 6 de octubre de 2020
Atención Primaria.
Aislamiento social, preocupación por su olor corporal.
Enfoque individual
Paciente de 23 años, fumador. Trabaja en la agricultura. Ha abandonado todas las relaciones sociales que no están relacionadas con el trabajo. La madre refiere que se ducha 3-4 veces al día, cambiándose de ropa tras cada lavado. La respuesta a la pregunta de por qué tiene este comportamiento obsesivo, responde, “doctora, huelo mal”. En la exploración no presenta lesiones en piel, no impresiona de hiperhidrosis, pero emite un hedor algo intenso, no muy diferente al de otros pacientes que acuden a consulta sin preocuparse por este tema.
Enfoque familiar y comunitario
Vive en un pueblo pequeño, de ámbito rural, donde todos los habitantes se conocen y la mayoría de ellos se dedican a las labores del campo.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Bromhidrosis.
Una vez eliminadas las principales causas del mal olor corporal (hábitos tóxicos, sudoración, higiene, alimentación…) lo principal sería diferenciarlo de situaciones psiquiátricas que hacen que el paciente crea que hay un olor corporal excesivo, no tan evidente para los demás.
Tratamiento y planes de actuación
Fundamentalmente la actuación se dirigió ante medidas higiénicas, deshabituación tabáquica y depilación. Favorecimos una incapacidad laboral de 72 horas para disminuir la sudoración y el estrés, añadiendo lavados con eritromicina en gel; citándolo días consecutivos en consulta para comprobar evolución.
Evolución
El paciente cumple el tratamiento, con notoria mejoría.
El olor corporal puede ser un tema tabú tanto por parte del paciente como por su médico de familia. Tratar este tema en consulta sin ser el motivo de la misma, puede considerarse inapropiado, o no. Sin embargo son numerosos los pacientes que atendemos a diario y de los que nos percatamos de su mal olor corporal. Podría ser el desconocimiento por ambas partes: tanto del paciente que ignora el posible problema médico subyacente, además de las connotaciones sociales negativas que se asocian al mal olor corporal, como por el manejo del síntoma por parte del profesional; lo que hace que sea un tema difícilmente abordable desde la consulta de Atención Primaria.