Comunicaciones: Casos clínicos

Manejo de la escombroidosis, intoxicación por pescado, en el medio rural (Póster)

Ámbito de consulta

Ocurre en el ámbito rural, en un centro de salud con servicio de urgencias de Atención Primaria 24 horas. Localizado a 10 km de una Unidad Medicalizada de Emergencias y del hospital de referencia.

Motivo de consulta

Paciente hombre de 26 años, que acude a urgencias del centro de salud porque, tras ingerir bonito, se le ha puesto toda la cara roja y se encuentra mal.

Historia clínica

Enfoque individual

No tiene antecedentes personales de interés, ni alergias medicamentosas ni alimentarias conocidas.

Tras ingerir bonito congelado en su domicilio, refiere cefalea, mareo inespecífico, palpitaciones y eritema generalizado, no vómitos ni diarrea.

En la exploración física presenta eritema facial, cervical y en extremidades superiores, taquicardia a 120 latidos por minuto y pulsioximetría del 98%. Tensión arterial 113/78. No tiene edema lingual ni de úvula. La auscultación cardiopulmonar es normal.

Enfoque familiar y comunitario

Acude acompañado de sus padres que han ingerido el mismo pescado. Su madre presenta eritema facial y torácico, y refiere cefalea intensa, su padre sólo ha tenido picor de lengua. No tienen síntomas digestivos. En ambos, tanto la exploración como las constantes son normales.

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

Sospechamos una escombroidosis, una intoxicación causada por una incorrecta manipulación de los pescados escombroides (atún, bonito, caballa) y no escombroides (salmón, sardina, arenque). El diagnóstico diferencial se establece con procesos debidos al Anisakis y con la verdadera alergia al pescado.

Tratamiento y planes de actuación

Se pauta dexclorfeniramina 5 mg vía y Urbasón 60 mg intramusculares, a su madre también se la indica el mismo tratamiento. Su padre está asintomático por lo que no se le trata.

Evolución

Dejamos en observación y desaparece la sintomatología en 45 minutos.

Conclusiones (y aplicabilidad para la Medicina de Familia)

Habitualmente es un cuadro autolimitado con buena evolución incluso sin tratamiento, que remite a las 24 horas.

En algunos casos, puede haber inestabilidad hemodinámica, precisar adrenalina y derivación al hospital, por lo que debemos explorar minuciosamente, ver la respuesta al tratamiento y estar alerta, sobre todo en el medio rural en el que una unidad medicalizada de emergencias tarda en llegar y también hay distancia al hospital.


Comunicaciones y ponencias semFYC: 2024; Comunicaciones: Casos clínicos. ISSN: 2339-9333

Autores

Botran Velicia, Ana
CS de Laguna de Duero. Valladolid
Iglesias Rodríguez, Vanessa
CS de Laguna de Duero. Valladolid
Santamaria Hoyos, Ana Rosa
CS de Laguna de Duero. Valladolid