XXXVI Congreso de la semFYC – A Coruña
del 9 al 11 de junio 2016
Atención Primaria.
Caso multidisciplinar.
Fiebre de seis días de evolución.
Enfoque individual
Paciente de 32 años sin antecedentes personales de interés, consulta por fiebre de 6 días de evolución de 39-38ºC, malestar general, astenia y cefalea retroorbitaria. Regresó hace 3 días de Cuba, estancia durante 15 días. No realizó consulta pre-viaje ni usó repelente contra mosquitos.
Exploración normal(sin hepatomegalia ni sangrados de mucosas). Prueba del torniquete:negativa.
Analiticamente: leucopenia de 3.35x10e9/L (neutropenia 1.29x10e9/L), hematocrito normal,plaquetas 97X10e9/L. PCR de 12. A los 4 días llega el resultado positivo para Dengue (Anticuerpos IgM).
Enfoque familiar
Al llegar en fase virémica, avisamos a Vigilancia Epidemiológica. Desestiman estudio de casos ni de la zona.
Desarrollo
Fiebre por Dengue.
Se revisa la posibilidad de Malaria, no habiendo casos autoctonos en Cuba.
Tratamiento
Paracetamol 1 g/8 h. Contraindicamos Ibuprofeno y AAS.
Evolución
El seguimiento se realizó en Atención Primaria al no presentar síntomas de alarma y mantener buen estado general. Aunque no tuvimos la confirmación de laboratorio hasta 3 días posteriores a la fiebre (pasada la fase crítica),ante la alta sospecha de dengue se realizó un hemograma de control 2 días tras el cese de la fiebre y una semana después.Se informa que no deberá realizar transfusiones sanguíneas hasta los 6 meses posteriores.
El dengue es una infección vírica transmitida por la picadura del mosquito Aedes (albopictus y aegypti). Se considera la enfermedad transmitida por vectores más frecuente en el mundo. La infección en la mayoría de los casos es asintomática, los casos sintomáticos suelen ser febriles, solo un 5% se complican. Una vez descartada malaria, se debe tener en cuenta como una de las primeras posibilidades diagnósticas ante una fiebre en un paciente tras un viaje a zonas tropicales.
La clave del manejo es la detección y diagnóstico temprano de los casos, con un seguimiento adecuado para evitar la progresión a cuadros graves donde atención primaria tiene un papel primordial.
Los pacientes sin signos de alarma, con buena tolerancia vía oral y sin factores de riesgo pueden ser seguidos en atención primaria siempre y cuando se disponga de la posibilidad de realizar un seguimiento cercano. Se recomienda una evaluación clínica diaria durante la fase febril y un control del hemograma cada 48 horas hasta las 48 horas tras la caída de la fiebre.