XXXVIII Congreso de la semFYC – Barcelona
del 10 al 12 de mayo de 2018
Mixto
Caso multidisciplinar
Ansiedad
Enfoque individual
Antecedentes personales: Mujer de 53 años, Fumadora (DTA 30paq/año) . Síndrome ansioso. Hipocondría. Niega tratamiento habitual.
Anamnesis: Paciente del cupo, hiperfrecuentadora, demandante. Nerviosa y angustiada desde hace años por tener alguna patología maligna. Consulta internet por síntomas y posteriormente acude a la consulta con miedo a tener distintas patologías. Visitada por diversos motivos en los últimos meses/años tanto en atención primaria como en urgencias hospitalaria. Mejoró tras iniciar tratamiento con antidepresivos y ansiolítico
Exploración: Nerviosa y angustiada. Hemodinámicamente estable. No pérdida de peso. No adenopatías. Resto de exploración por aparatos dentro de la normalidad.
Pruebas complementarias:
Aporta informe a la consulta de Rx tórax realizada en urgencias por cuadro catarral < 1 mes evolución, observándose imagen patológica, por lo que se completa estudio de manera ambulatoria con TAC y posteriormente PET-TAC, tras los cuales se diagnostica de: ADENOCARCINOMA pulmonar estadío IV, con afectación adenopática múltiples supra e infra diafragmáticas, derrame pleural y pericárdico, afectación de páncreas, renales bilaterales, grasa mesentérica y ósea.
Enfoque familiar
Separada. Tiene una hija. Vive sola. Red de apoyo familiar y social adecuado. Desempleada.
Desarrollo
Neoplasia metastizada en paciente de difícil manejo debido a la hipocondría.
Diagnóstico diferencial: ansiedad, hipocondría, enfermedad orgánica...
Dificultad para realizar diagnóstico diferencial en paciente hiperfrecuentador y demandante, ya que este perfil de usuarios distorsiona en ocasiones la relación médico-paciente dificultando un abordaje concreto ante un cuadro clínico o una enfermedad.
Tratamiento
Psicoterapia y cuidados paliativos en la consulta
Evolución
Persiste ansiedad a pesar de tratamiento médico y psicoterapéutico. Vive con miedo, con desconfianza hacia el personal sanitario.
Importancia del manejo de “paciente difícil” y de nuestra actitud hacia él.
Practicar la escucha activa para conocer y priorizar en cada momento los problemas más importantes desde el punto de vista del paciente.
Trabajar la paciencia, el respeto, la tolerancia y la aceptación de la realidad del paciente.
Cultivar la empatía ya que es la mejor y más efectiva habilidad para manejar situaciones difíciles.
Aprender habilidades asertivas y estrategias específicas para pacientes con trastornos de personalidad.
Considerar las situaciones difíciles como un reto profesional, una posibilidad de conocer más y mejor al paciente, sin dejarse llevar por el primer impulso de rechazo.