Identificar los principales problemas de salud y conocer los activos comunitarios para establecer alianzas y posibles proyectos futuros de colaboración.

Desde el Centro de Salud se detecta una alta prevalencia de pacientes con problemática psicosocial, surgiendo la necesidad de realizar un abordaje centrado en la Comunidad. Se planifica un mapeo de activos comunitarios en distintas fases. Primeramente, se forma el grupo promotor intersectorial. Para el diagnóstico de salud, se identifican a los activos de la comunidad, realizando su búsqueda en internet. Se diseña una encuesta para detectar los principales problemas comunitarios, el trabajo realizado por cada activo, cómo ha influido el coronavirus y propuestas de estrategias futuras. Se delimita el área de intervención y se ubican en el mapa los distintos activos de salud: espacios verdes, educación, servicios sociales, etc. La metodología empleada se ha visto limitada por la pandemia, ya que retrasa el proceso de entrevistas y limita el contacto con los representantes de la Comunidad. Asimismo, nos hemos adaptado utilizando la videoconferencia como herramienta. Cuando ha mejorado la situación epidemiológica, se realiza una reunión presencial con los representantes de los activos, en la que el grupo promotor presenta el resultado del análisis de las encuestas. Los activos participan en la identificación de los problemas más emergentes, utilizando la técnica del grupo nominal. Se establecen reuniones periódicas y se proponen intervenciones futuras.

El mapeo de activos aporta una visión real de la Comunidad.  Además, implica a sus representantes, profesionales y ciudadanía en la optimización de recursos, desarrollando mejores condiciones de vida.

Emplear un manejo multidisciplinar para mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes desde el punto de vista biopsicosocial. Crear iniciativas de atención comunitaria y construir una red de asociaciones que permanezcan en el tiempo.