10 y 11 de noviembre de 2022
Experiencia piloto de actividad comunitaria basada en la marcha nórdica en personas con hipertensión donde han colaborado los centros de salud de la zona, distintas entidades locales y agentes de salud.
Implantar la marcha nórdica como nuevo activo de salud en la zona.
Evaluar si la marcha nórdica reduce las cifras de tensión arterial sistólica 3,5 mmHg.
Analizar si la marcha nórdica mejora la calidad de vida de los participantes.
Examinar si la marcha nórdica mejora los parámetros antropométricos.
Evaluación pre-post de una actividad comunitaria sin grupo control con un programa tutelado de marcha nórdica.
Población: 45 participantes (15 por ayuntamiento) mayores de 18 años con hipertensión, independientemente del momento de su diagnóstico, excluyendo personas con patología cardíaca inestable, con inestabilidad en la marcha, que ya se encontraban en un programa de ejercicio previo, personas con hipertensión secundaria y deterioro cognitivo moderado-grave.
Intervención: Tres grupos de caminata nórdica + «píldoras formativas» impartidas por profesionales sanitarios y por los propios participantes. Cada grupo ha salido a caminar 1h, dos días a la semana, 4 meses.
Mediciones principales: Tensión arterial con esfingomanómetro digital validado, valores antropométricos con báscula de bio-impedancia, calidad de vida con encuesta EQ-5D.
Reducción de 12,67 mmHg (p = 0,00) en la tensión arterial sistólica. La tensión arterial diastólica ha disminuido 6,68 mmHg (p = 0,00).
Se ha calculado el tamaño del efecto con la delta de Cohen obteniendo una d para la TAS de -0.77 y TAD de -0,71, IC 95%.
Mejora en los valores antropométricos.
En la encuesta de calidad de vida EQUAL (EQ-5D) mejora para todos los parámetros analizados.
Sí. Ayuntamientos participantes.