Congreso de Residentes, JMF, Tutores y Unidades Docentes de la semFYC
21 y 22 de abril de 2023
Mialgias, rigidez y temblores generalizados. Sospecha de reacción adversa a medicación.
Enfoque individual
Se trata de un paciente hombre de 28 años de ead sin alergias conocidas, hábitos tóxicos ni antecedentes médico-quirúrgicos de interés que acude al servicio de Urgencias por un cuadro de rigidez y espasmos musculares de escasas horas de evolución, que según refiere aparecen luego de administración intramuscular de medicación.
Comenta que previamente ese día acudió a un centro de Urgencias de Atención Primaria en dos ocasiones por hipo persistente de 12 h de evolución. En la primera visita se administró metoclopramida, logrando resolución del cuadro de forma temporal. Al reaparecer ha vuelto a consultar, donde esta vez se le inyectó haloperidol. De camino a su casa comenzó con la reacción por la cual acude esta vez a un centro hospitalario.
A su llegada se encuentra hemodinámicamente estable, consciente y orientado. A la exploración física destaca sudoración profusa con marcada rigidez muscular y espasmos paroxísticos de predominio en región proximal de miembros superiores, cuello, mandíbula y cara.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Se orientó el caso como síndrome extrapiramidal en contexto de administración de metoclopramida y/o haloperidol.Tratamiento y planes de actuación
Se inició sueroterapia, analgesia convencional y difenhidramina endovenosa, debido a sus propiedades anticolinérgicas.Evolución
Se mantuvo al paciente en observación en Urgencias, donde se observó mejoría progresiva de la clínica. Al cabo de aproximadamente 2 h se encontraba asintomático.A este paciente un síntoma banal le llevó a consultar varias veces en poco tiempo, y a causa de ello se le administraron dos medicaciones que potencialmente pueden causar extrapiramidalismo. Ésta es una reacción adversa poco frecuente pero muy conocida en el caso de la metoclopramida (en torno al 0,2% en general, pero puede aumentar hasta el 25% en edades extremas), y algo más frecuente en el caso del haloperidol (10-15%).
Existen muchos fármacos para tratar el hipo, pero poca evidencia de su eficacia. Parece que en este caso se tendió a medicalizar de forma agresiva y precoz este síntoma, posiblemente debido a las policonsultas del paciente, y los resultados no fueron los esperados. Creo que deberíamos priorizar la comunicación efectiva a la hora de transmitir tranquilidad a los pacientes.