Atención Primaria.

Úlcera en el dedo.

Enfoque individual

Hombre de 69 años que refiere haberse clavado una astilla en el 2º dedo de la mano izquierda, fue valorado por enfermería pero no logaron extraerla por lo que se hizo interconsulta a cirugía menor, también sin éxito. Se decide hacer una radiografía sin visualizarse ningún cuerpo extraño radioopaco. Sin embargo, el paciente refiere intenso dolor por lo que se pauta analgesia. 

Días más tarde acude a consulta con signos de infección (eritema perilesional, aumento de temperatura, ulceración que ha ido a más), se pauta antibiótico y, tras no mejoría, se decide derivar a dermatología preferente.

El informe de anatomía patológica revela carcinoma epidermoide bien diferenciado y en el TAC se identifica una formación nodular de densidad partes blandas cercana al tendón flexor y al periostio de la falange distal, sin ocasionar erosión o remodelado óseo. 

Enfoque familiar y comunitario

No procede.

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

En este caso identificar rápido la mala evolución fue clave para hacer la derivación oportuna. Los diagnósticos diferenciales que nos planteábamos eran dos: extensión de la infección por bacteria multirresistente o crecimiento de neoplasia en la región afectada.

Tratamiento y planes de actuación

El dermatólogo ofreció al paciente cirugía con exéresis e injerto, pero el dolor era tan intenso (con analgesia incluso con derivados de morfina) que solicitó amputación de la falange distal, la cual fue finalmente llevada a cabo por el servicio de cirugía plástica.

Evolución

Se amputó la falange distal del 2º dedo de mano izquierda y el paciente refiere estar contento ahora que está sin dolor.

Las conclusiones que sacamos indican que, por un lado, la función del médico de familia es clave en el seguimiento al ofrecer una atención continuada y, por otro lado, que la evolución tórpida de algo que de primeras parece casual (como clavarse una astilla) puede indicar que hay algo más que debemos investigar.

La aplicabilidad de este caso es sobre todo en el campo de atención primaria, pues ninguna otra especialidad lleva un seguimiento tan continuado e integral como el especialista en medicina de familia.