Atención Primaria

Paciente de 10 años que es traído por su abuelo por lesiones en el glúteo compatibles con mordiscos.

Enfoque individual

AP sin interés

Anamnesis: Nos explican que el niño quería bañarse en la piscina de su abuelo. Se puso bañador que tenía guardado en una caseta y al entrar en el agua ha notado un mordisco en sus nalgas. Al bajarse el bañador ha caído de él, ahogado, un murciélago de pequeño tamaño.

Exploración: Presenta dos heridas incisas de pequeño tamaño, compatibles con mordeduras de pequeño tamaño, situadas en el glúteo derecho.

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

Juicio clínico: La rabia es una enfermedad inmunoprevenible, cuyo pronóstico es infausto si la infección llega a desarrollarse. Esta enfermedad todavía está presente en Europa, aunque ha descendido de manera drástica debido a la vacunación masiva de animales domésticos, concentrándose el reservorio principalmente en murciélagos y otros pequeños mamíferos. En España no hay datos actuales de la prevalencia de virus de la rabia en murciélagos.

La transmisión se produce mediante mordeduras, arañazos, contacto de mucosas con saliva o trasplantes de donante infectado. El periodo de incubación varía desde pocos días hasta más de 19 años, dándose el 75% de los casos tras un período de 90 días. El virus alcanza el sistema nervioso central, produciendo un cuadro de encefalitis aguda, mortal en casi el 100% de los casos.

El diagnóstico diferencial se realiza con mordeduras de otros animales (gatos, perros, etc.). En nuestro caso, la visualización del agente nos descarta otras posibilidades causales.

Tratamiento y planes de actuación

Como primera medida se realizó el lavado exhaustivo de la herida con abundante agua y jabón, aplicando posteriormente un antiséptico. Posteriormente, el paciente fue derivado al hospital para profilaxis postexposición antirrábica y la inmunoglobulina antirrábica. Se recomendó completar la vacunación, según pauta actual.

Evolución

El paciente ha seguido asintomático durante las semanas siguientes.

Es importante remarcar que ante a una enfermedad de pronóstico fatal y al no haber datos de la prevalencia real de virus de la rabia en España, parece recomendable la profilaxis postexposición ante este tipo de contactos, como recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).