13-14-15 de noviembre de 2025
Atención Primaria.
Quiere perder peso.
Enfoque individual
Mujer. 24 años.
Alimentación poco adecuada rica en hidratos de carbono y grasas. Vida sedentaria.
EF: IMC: 30. Sin otros hallazgos.
Analítica: Colesterol total 255 mg/dl, Triglicéridos 197 mg/dl, LDL 140 mg/dL, HDL 52 mg/dL. Resto de bioquímica y hemograma normales.
Enfoque familiar y comunitario
Inmigrante hace menos de 1 año en España. Trabaja como interna cuidando ancianos.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Obesidad. Dislipemia.
Tratamiento y planes de actuación
Se recomienda dieta pobre en grasas y de 1400 calorías y ejercicio físico.
En las siguientes 2 consultas pregunta si podría tomar preparado de semaglutida inyectable comercializado para perder peso. Le explico funcionamiento y dosis con la que debería comenzar. No quiere que lo prescriba de momento. Ha bajado peso. Refiere cumplir dieta y haber comenzado ejercicio en gimnasio. IMC 27. Felicito y refuerzo consejos.
En la tercera consulta vuelve a preguntar lo mismo y confiesa que está utilizando Semaglutida inyectable en preparado comercial Ozempic, que le vende una amiga diabética que necesita dinero. Ya utiliza la dosis de 1 mg.
La paciente diabética que incumple su tratamiento no pertenece a nuestro centro de salud. Según nuestra paciente el motivo por el que lo vende son problemas económicos.
Evolución
Se me plantea qué hacer. Decido dialogar de forma empática, intentando informar y educar a nuestra paciente y centrándome en la salud de ambas mujeres, evitando juicios. Intento concienciar sobre el riesgo de la paciente diabética que no cumple tratamiento y explicar la importancia de los tratamientos supervisados por profesionales de salud. Ofrezco alternativas a la paciente obesa: puede comprar el preparado comercializado para no diabéticos, seguimiento por enfermería.
Desde el punto de vista ético, ¿debería denunciarlo?
El incumplimiento terapéutico se sitúa en torno al 40% de los pacientes crónicos. El origen es multifactorial.
La aparición de fármacos para bajar de peso de alto costo, como los análogos de GLP-1 (ej. semaglutida, tirzepatida), puede tener consecuencias positivas, pero también negativas: inequidad en el acceso (es posible que personas que los necesitan con escasos recursos, no puedan adquirirlos), uso no indicado o indebido (sin prescripción médica, comprados en mercado negro, con riesgo de efectos adversos), pérdida del enfoque integral (asociando alimentación saludable, actividad física), mercado informal.