XX Jornadas de Residentes y II de Tutores de la semFYC - Madrid
26 y 27 de febrero de 2016
Atención Primaria
La médico residente R4 comenzó a sentir un dolor en el ojo izquierdo al llegar al centro de salud, por lo que se exploró en el espejo sin apreciar alteraciones. No llevaba lentillas. Mientras atendían a los pacientes, lo comentó al tutor y se hizo una exploración a simple vista. Pensaron en migraña y le indicaron un analgésico. La R4 tenía guardia y se marchó antes, y el tutor terminó de atender los pacientes. El dolor aumentó, por lo que lo comentó con su adjunta en Urgencias. Había muchos pacientes y la sala de oftalmología estaba ocupada. Mientras se realizó un fondo de ojo (normal). Al cabo de varias horas se exploró con lámpara y se apreció un cuerpo extraño metálico, que no pudo extraerse completamente. La oftalmóloga de Urgencias tuvo que retirar el óxido y le dijo: «¿Y te han tenido trabajando así?».
Migraña, neuritis óptica isquémica, úlcera corneal. Diagnóstico final: úlcera corneal por cuerpo extraño. Tratamiento: pomada epitelizante, parche, baja laboral.
Los casos de médicos-pacientes son complicados, porque el paciente suele estar bien informado, se ha explorado a sí mismo y tiende a descartar las patologías evidentes, imaginando a veces otras más complicadas. Este caso nos ha enseñado que no se deben elaborar diagnósticos sin completar una anamnesis y una exploración detalladas, tal como haríamos con el resto de pacientes. Obviamente, con este ejemplo nos vinieron a la mente expresiones como «En casa del herrero cuchara de palo», «Consejos vendo y para mí no tengo». El tutor fue «castigado» al tener que pasar solo la consulta durante la baja.