Atención Primaria, atención domiciliaria, ámbito rural.

• Comportamiento desorganizado
• Alucinaciones
• Nerviosismo
• Demencia

Enfoque individual

Mujer de 81 años, diagnosticada recientemente de accidente cerebrovascular transitorio, sin embargo, presenta disartria, anomia y afasia de tiempo de evolución que se agrava progresivamente.

Comienza con episodios de angustia: ve una mujer de forma constante, siempre en el domicilio que le provoca invasión de la intimidad y con la que llega incluso a discutir. La paciente no reconoce su imagen en los espejos de su casa, sí en los de fuera (inicialmente), confundiéndola con una extraña.

Enfoque familiar y comunitario

Vive en su domicilio habitual con su marido gran dependiente, acompañados de una cuidadora 24 horas. Apoyo familiar adecuado con dos hijos.

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

Ante un cuadro de alteración cognitiva debemos descartar inicialmente causa orgánica: síndromes metabólicos, neoformaciones cerebrales, infecciones, etc. que provoquen un delirium. Posteriormente se valorarán las causas psiquiátricas y neurológicas.

El signo del espejo es una forma de prosopagnosia que consiste en la incapacidad de reconocerse en su reflejo, sin alteraciones en la percepción. Es uno de los síntomas de la enfermedad de Alzheimer, generalmente avanzado.

Tratamiento y planes de actuación

Las agnosias no suelen responder bien a las intervenciones o estrategias para revertirlas, puesto que son debidas a la atrofia en determinadas áreas del cerebro. Aceptar el fenómeno y adaptar el entorno es lo más adecuado.

Evolución

Su deterioro cognitivo ha avanzado hasta hacerse dependiente para todas las actividades básicas de la vida diaria. Se continúa evitando que se vea en reflejos o espejos ya que los episodios de agitación se mantienen si se ve reflejada.

El manejo del paciente en el entorno rural, permite presenciar su comportamiento «in-situ» para valorar correctamente, ya que muchas veces el cuidador tiende a exagerar los síntomas y signos o no son capaces de transmitir la realidad de forma objetiva.

Haciendo referencia a uno de mis tutores en mis prácticas de Atención Primaria, decía: «la Atención Primaria es un acto de fe con el paciente», hacía referencia a que nos tenemos que creer lo que nos cuentan sin ver más allá de eso.