XLI Congreso Nacional de la semFYC - Palma de Mallorca
del 7 al 9 de octubre de 2021
Decenas de miles de fallecidos. Meses sin poder salir de sus habitaciones ni recibir visitas, condenados a ver a sus seres queridos solo a través de pantallas de aparatos que no entienden. El miedo permanente a que un brote de un virus salvaje les arrebate la vida. Auxiliares en precario obligadas a confinarse en las residencias sin una maldita mascarilla. La pandemia de la COVID-19 ha dejado estampas dolorosas, difíciles de olvidar y ha sido en las residencias de ancianos donde ha mostrado su lado más despiadado, pero no hay que engañarse: la situación de las residencias ya era delicada desde mucho antes. La pandemia no ha hecho sino aflorar de una manera dramática sus carencias.
La sociedad no sabe qué hacer con los más ancianos. Se les deja hacinados en establecimientos llamados residencias cuyo modelo está caduco. Los cuidados, la asistencia sanitaria y las medidas de salud pública en las residencias deben dar un giro de 360º, pero nadie parece ponerse de acuerdo ni siquiera por dónde comenzar. La Atención Primaria debería liderar ese proceso, trabajar de forma coordinada con la comunidad y las residencias, reclamar los recursos estructurales, tecnológicos y humanos necesarios, asumir nuevos niveles de implicación. ¿Se quiere dar ese paso? ¿Cómo afrontar el reto? ¿Cuándo cambiará la forma de mirar a las residencias?