XXXV Congreso de la semFYC - Gijón
del 11 al 13 de junio 2015
Atención Primaria
Paciente de 53 años que acude por dolor de espalda desencadenado por un giro en la cama. Tras no mejorar con reposo y analgésicos se solicita radiografía apreciando una fractura de 9ª costilla derecha.
Enfoque individual
Hace 7 años tuvo fractura de la 11ª costilla izquierda desencadenada por tos en una infección respiratoria. Menopausia 48 años. No fumadora. Intolerante a la lactosa. Depresión en tratamiento con antidepresivos.
Madre con antecedentes de 2 fracturas vertebrales que estando con bifosfonatos sufrió 2 nuevas fracturas vertebrales por lo que está con hormona paratiroidea inyectable.
EF: peso 62kg, talla: 150cm, IMC=27,6
Usamos Frax, no se puede reflejar antecedente familiar porque no hay fractura de cadera al ser fracturas vertebrales. Se puede anotar fractura previa, ya que solo se especifica que sea por mecanismo no habitual. Frax=3,6%. Si hubiera contemplado las fracturas vertebrales múltiples de la madre hubiera sido 6,9%.
Si usamos Q Fracture, no está incluida la fractura costal en las posibles fracturas previas, pero contempla los antidepresivos y la osteoporosis de familiares obteniendo un riesgo de 4,1%.
Sería dudoso solicitar DMO, ya que las recomendaciones actuales orientan hacia 5% en población española, pero clínicamente parece relevante para decidir tratamiento. DMO= -2,3 lumbar, -2,6 en cadera. Frax recalculado=6,7% (2,3% para cadera). Q Fracture no incluye DMO.
Desarrollo
Fracturas por fragilidad.
Osteoporosis establecida.
Tratamiento
Se decide tratamiento con alendronato, calcio y vitamina D.
Evolución
En 2-3 años se valorará repetir la DMO y en 5 años la pertinencia de seguir con bifosfonatos.
No siempre están contemplados con exactitud los factores de riesgo de osteoporosis de nuestros pacientes y si nos hubiéramos limitado a los valores obtenidos en las escalas, no hubiéramos pedido la DMO, que nos confirmó el diagnóstico de osteoporosis, y más si tenemos en cuenta que se trata de una paciente de 53 años que puede beneficiarse claramente del tratamiento, al haber sufrido ya dos fracturas que orientan claramente a fragilidad ósea.
Las fracturas costales se han reflejado en varios estudios como relacionadas con la osteoporosis aunque haya escalas que no las incluyan. No hay que olvidar el criterio clínico en la evalución del riesgo.