Varón de 22 años, sin antecedentes médico-quirúrgicas de interés, acude a urgencias muy afectado por presentar mialgias principalmente en piernas, hombros y cuello que se exacerba con los movimientos asociados a sensación distérmica sin fiebre termometrada. No rigidez nucal, no náuseas, no vómitos, no alteración del hábito intestinal, no odinofaia ni otra sintomatología asociada. Niega conductas sexuales de riesgo, viajes al extranjero y vacunaciones recientes. Exploración Física: ORL: faringe levemente eritematosa, sin edema ni placas. No palpo adenopatías laterocervicales ni axilares. EESS y EEII: Muy doloroso a la movilización del hombro izquierdo, tanto pasiva como activa que impresiona de deltoides-síndrome subacromial, y de ambas extremidades inferiores. Pruebas complementarias: Serología VEB Paul Bunnell: Positivo, hemoglobina: 16.1 g/dL, Leucocitos: 6.45x10^3/UL, AST: 180 U/L, ALT: 786 U/L, GGT: 124 U/L, FA: 127 U/L, LDH: 226 U/L, CK-NAK: 79 U/L, PCR: 1.43. Rx tórax: Silueta cardíaca preservada, no infiltrados ni condensaciones, senos costodiafragmáticos libres.

Juicio clínico: mononucleosis infecciosa. Diagnóstico deferencial: toxoplasmosis, rubéola, adenovirus, virus de la inmunodeficiencia humana, hepatitis A y difteria.

Tratamiento: Se administra paracetamol y enantyum iv, con mejoría leve. Se pasa a camas para control del dolor. Se cursa serologia VEB-Paul Bunnell.

En camas el paciente se mantiene estable y asintomático. Se obtiene serología VEB-Paul Bunnell positivo por lo que se decide alta con enantyum 1cp cada 8h, alternando con Paracetamol 650mg cada 4h, hidratación abundante, reposo relativo y control por su médico de atención primaria. El paciente no volvió a consultar en urgencias por lo que se dio el episodio por finalizado. 

La mononucleosis infecciosa es una enfermedad que afecta fundamentalmente a niños, adolescentes y adultos jóvenes y que se característica por la presencia de fiebre, faringitis, adenopatías linfáticas y linfocitosis. Con la presentación de este caso, vemos que en medicina las enfermedades no siempre se manifiestan bajo su forma más habitual, por lo que la experiencia clínica y el conocimiento más profundo de las patologías más prevalente es fundamental para la buena praxis de nuestra profesión.