Utilizar grupos autogestionados de mujeres consumidoras crónicas de benzodiacepinas (BZP) para narrativizar los malestares y disminuir los consumos.

Estudio etnográfico, acción comunitaria desde la Atención Primaria (AP). Grupo con 10 mujeres. Criterios inclusión: voluntariedad, mayor edad y consumo BZP más de 6 meses. Dos fases: 6 sesiones quincenales, mujeres e investigadoras, octubre-diciembre de 2018, en la asociación de mujeres. Inicio y final con test: Beck, STAI/estado, Duke-UNC y Apgar familiar. Sesiones grabadas para analizar discursos. Consideramos finalizar este período por saturación informativa con retroacción positiva de las participantes. autogestión del grupo por las mujeres, hasta la actualidad. Limitación planteada, la no reproductibilidad en otros grupos de mujeres con características diferentes. Se inició nuevo grupo, pero por la pandemia no se finalizó. Informadas en todo momento del proceso del estudio, obtención del consentimiento para participar y el compromiso de confidencialidad.

Los roles de género femeninos como base de sus conflictos (dolor de vivir), falta de reciprocidad qué lleva a la ruptura (crisis de la presencia), causando enfermedades crónicas altamente feminizadas (depresión, ansiedad, fibromialgia…) perpetuando el consumo de BZP. Todas mejoraron puntuaciones en los test y disminuyeron consumo al finalizar la primera fase. La narrativización de los malestares facilita su reconocimiento, aumentando la autoestima para poder reconducir situaciones y relaciones complejas. Permitiendo desvincularse del fármaco como “bala mágica”, consiguiendo su deshabituación. La biomedicina responde medicalizando los malestares, reificando los diagnósticos y no atiendo a las situaciones sociales y culturales que los generan.

Los grupos autogestionados, desde la AP junto con las entidades comunitarias, permiten afianzar la autoestima de las mujeres, recuperar reciprocidades y capacitarlas para modificar aspectos limitantes, consiguiendo la reducción del consumo de BZP. Planteamos una línea de acción alternativa, desde lo comunitario, en el tratamiento de los malestares entre las mujeres y la deshabituación del consumo de psicofármacos. 

Este proyecto ha sido galardonado, en el 2021, con una distinción por el observatorio de igualdad de una universidad española.