XXXV Congreso de la semFYC - Gijón
del 11 al 13 de junio 2015
Atención Primaria, Urgencias Hospitalarias y Nefrología.
Caso multidisciplinar.
Temblor en manos.
Enfoque individual
Antecedentes personales: Varón de 57 años, sin RAMs conocidas, con antecedentes de HTA, DM tipo 2, hipercolesterolemia y trastorno bipolar, en tratamiento con nifedipino 30 mg/día, linagliptina 5 mg/día, atorvastatina 40 mg/día y carbonato de litio 400 mg/12h.
Anamnesis: Refiere familiar cuadro de apatía y deposiciones líquidas, sin productos patológicos, de cuatro días de evolución, junto con náuseas, sin vómitos. No fiebre. No dolor abdominal. Además, desde hace dos días, asocia temblor ocasional en manos.
Exploración: REG. NC y NH. Eupneico. TA: 163/71 mmHg. FC: 87 lpm. GD: 107 mg/dL. Auscultación cardiopulmonar normal. Abdomen anodino. Neurológico sin focalidad.
Enfoque familiar
Soltero, vive en la casa de su hermana junto con su cuñado y dos sobrinos. Se trata por tanto de una familiar nuclear ampliada, en etapa de expansión.
Desarrollo
Sospecha de intoxicación por litio.
Tratamiento
Ante la sospecha diagnóstica el paciente es derivado a urgencias, donde se realiza analítica, que pone de manifiesto litemia de 1.8 meq/L. Destacan creatinina de 11.39 mg/dL y urea de 269 mg/dL. Creatinina previa (dos semanas antes, realizado en control) de 1.5 mg/dL, con FG de 50,9 ml/min/1,73 m2. Ecografía renal sin alteraciones patológicas.
Evolución
Con diagnóstico de FRA mixto (prerrenal/toxicidad) el paciente ingresa en el servicio de Nefrología, mejorando clínica y analíticamente tras rehidratación con volumen alto de fluidos y suspensión de carbonato de litio.
La intoxicación por litio es un cuadro clínico poco frecuente pero grave. Las náuseas, vómitos, diarrea, temblor de oscilaciones amplias, apatía o somnolencia, entre otros, en pacientes que tomen carbonato de litio, deben hacernos sospechar una posible sobredosificación de este fármaco.
El litio puede afectar a la función renal tanto de forma aguda como crónica. El tratamiento crónico por litio puede producir una nefropatía intersticial, desarrollando insuficiencia renal lentamente progresiva si no se suspende el fármaco. Por lo tanto, debemos vigilar periódicamente la función renal en aquellos pacientes que tomen litio, teniendo mayor precaución en aquellos que presenten enfermedad renal subyacente.