Servicio de Urgencias.

Fiebre.

Enfoque individual

Hombre de 55 años, sin alergias medicamentosas conocidas. Como antecedentes médicos destaca ser fumador de 10 cigarrillos/día y síndrome ansioso-depresivo. No intervenciones quirúrgicas ni medicación habitual. Acude a Urgencias por presentar desde hace 10 días fiebre (máxima de 39ºC) asociada a dolor costal derecho tras infección por COVID. Refiere sudoración nocturna de meses de evolución. A la exploración, temperatura de 37,5ºC, saturación basal oxigeno 94 %. A la auscultación, crepitantes en campos medio e inferior de pulmón derecho y palpación de adenopatías a nivel axilar bilateral. Se realiza radiografía de tórax y analítica completa.En la radiografía se aprecia un patrón algodonoso bilateral; sobre todo en campo derecho. En la analítica llama la atención el hemograma con leucocitosis (60 miles/mcL) a expensas de linfocitosis, neutropenia severa (segmentados 0.1 miles/mcL) y anemia macrocítica (hemoglobina 8.2 g/dl, VCM 105 fl). Presenta elevación de reactantes de fase aguda, resto sin alteraciones. PCR SARS CoV-2 positiva.

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación del paciente

Juicio clínico: neumonía por COVID. Diagnóstico diferencial: neumonía bacteriana, enfermedad hematológica no conocida, sarcoidosis (si el patrón de la radiografía fuera bilateral).

Tratamiento y planes de actuación

Se ingresa al paciente, se inicia tratamiento con antiinflamatorios y antibiótico de amplio espectro; y se realiza interconsulta a Hematología.

Evolución

Desde Hematología se amplía el estudio, confirmando presencia de Leucemia Linfoide Crónica tipo B (frotis con linfocitosis y neutropenia comprobadas con sombras de Gumprecht; marcadores CD5 +, CD23+). Se comienza tratando el proceso infeccioso (tras confirmar sobreinfección bacteriana asociada). Se postpone el manejo terapéutico de la leucemia tras control de infección. 

La leucemia linfoide crónica es un síndrome linfoproliferativo de linfocitos maduros inmunoincompetentes, siendo el tipo más frecuente en adultos. En más de la mitad el diagnóstico es casual tras resultados analíticos por otros motivos. En otras, la anemia, adenopatías o las infecciones de repetición dan el diagnóstico. Es primordial para el Médico de Atención Primaria tener la sospecha clínica ante una leucocitosis con linfocitosis superior al 75%, especialmente si se acompaña de adenopatías. Así, evitaremos su diagnóstico tardío y sus complicaciones evitables, mejorando el pronóstico vital y calidad de vida de nuestros pacientes.