XLIV Congreso de la semFYC - Barcelona
14-16 de noviembre de 2024
Enfoque individual
Paciente de 96 años, hipertenso y dislipémico en tratamiento farmacológico, que acude al punto de atención continuada donde estamos de guardia tras haber ingerido gasolina de manera accidental (<10 mililitros) hace unas horas, al confundir la botella en la que estaba con la de un refresco. Refiere mínimo dolor en epigastrio, sin náuseas ni vómitos.
Las constantes, incluida la saturación de oxígeno, son normales, al igual que la exploración física y neurológica.
Después de atenderle, nos surgen dudas sobre el manejo. Se contacta telefónicamente con el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, quiénes indican realizar una radiografía de tórax para descartar neumonitis química y repetirla a las cuatro horas, y, además, seriar la gasometría venosa, así como evaluar la aparición de síntomas neurológicos. Por lo tanto, se decide derivar al paciente a las urgencias hospitalarias.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Juicio clínico: ingesta accidental de gasolina
Diagnóstico: Ingesta accidental de hidrocarburos (gasolina)
Tratamiento y planes de actuación
En urgencias se realiza al paciente una analítica sanguínea con gasometría normal y una radiografía de tórax sin alteraciones agudas y se mantiene en observación hasta nueva gasometría venosa y radiografía de tórax a las cuatro horas, sin cambios. No aparecen síntomas neurológicos.
El paciente se mantiene en observación hasta nueva gasometría venosa y radiografía de tórax a las cuatro horas, ambas sin cambios. No aparecen síntomas neurológicos.
Evolución
El paciente permanece estable en urgencias y ante la normalidad clínica y de las pruebas complementarias, se procede al alta. No vuelve a consultar en relación a este cuadro.
Una de las principales complicaciones de la ingesta de hidrocarburos es la neumonitis química, que se detecta por la aparición de infiltrados blancos y esponjosos en la radiografía de tórax. Es necesario repetir la radiografía a las cuatro o seis horas de la ingesta, o si aparecen síntomas respiratorios, ya que puede desarrollarse rápidamente.
Por último, el servicio de guardia del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, es un organismo que puede ser de mucha utilidad y en el que podemos apoyarnos en nuestra práctica clínica, ya que orientan de manera clara el manejo de este tipo de situaciones.