XXXIII Congreso de Comunicación y salud
del 25 al 27 de abril 2024
Enfoque individual
El paciente entra en la consulta expresando hostilidad con su lenguaje no verbal; entra dando un portazo, al sentarse evita el contacto visual y se cruza de brazos. Verbaliza enfadado que ya conoce los resultados del análisis y que ha visto que le ha disminuido la función renal. Lo asocia al cambio de medicación por parte del cardiólogo 3 meses antes, el cual aumenta la dosis de rosuvastatina y la medicación antihipertensiva; también verbaliza que ha dejado de tomarse toda la medicación pautada por Cardiología.
Como antecedentes personales el paciente presenta DM tipo 2, dislipemia, HTA y cardiopatía isquémica tipo IAM.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Ante esta situación, se dió en la consulta el espacio necesario para la ventilación emocional y una respuesta empática a los sentimientos del paciente, y se reencuadró la entrevista clínica, clarificando el motivo de consulta. El paciente demandaba reducir la mayor medicación posible ya que era a lo que achacaba su empeoramiento renal. Revisando la analítica, destaca disminución del FG de 77 mL/min*1,73m^2 a 33 mL/min*1,73m^2 en 7 meses.
Tratamiento y planes de actuación
Reconduciendo los objetivos de la visita, dado los antecedentes, explicamos la peligrosidad de retirar abruptamente la medicación, y pactamos volver a las dosis previas al cambio del tratamiento.
Explicamos los múltiples factores que pueden afectar al FG, como HTA, vasculopatía, fármacos... Se solicita valoración por Nefrología, que indican derivación a urgencias para completar estudio de insuficiencia renal aguda/subaguda.
Evolución
Se halla en angio-TC importante daño vascular con obstrucción de ambas arterias renales, y actualmente está pendiente de intervención por parte de Cirugía vascular.
De vuelta en consulta el paciente se encuentra más tranquilo y receptivo a nuestras indicaciones, tras ver una reacción rápida y atenta por nuestra parte y por los facultativos hospitalarios.
El abordaje del paciente con agresividad latente es complejo y precisa de una respuesta asertiva y control emocional por parte del facultativo. En este caso se recondujo la actitud mediante una respuesta empática y una explicación sobre la situación y el plan de actuación, recuperando la confianza en la relación médico-paciente.