XXXVIII Congreso de la semFYC – Barcelona
del 10 al 12 de mayo de 2018
Atención Primaria
Caso multidisciplinar
Cansancio y 'piernas flojas'
Enfoque individual
Antecedentes: Hipertensión, DMII, insuficiencia renal crónica, Gastritis crónica, exfumador, bebedor rehabilitado. Tratamiento actual: Metformina, Omeprazol, Vitamina B12.
Varón de 79 años, acude porque se encuentra cansado, siente 'las piernas flojas' y ánimo deprimido desde hace 1 mes. Presenta asimismo estreñimiento y reinterrogando refiere un episodio de rectorragia .
Se solicita analítica, con hallazgo de anemia ferropénica por lo que se deriva a Unidad de Diagnóstico Rápido (UDR), donde se descarta proceso neoformativo y se remite de nuevo a nuestra consulta recomendando ferroterapia oral.
El paciente refiere empeoramiento de la debilidad de extremidades inferiores con sensación de inestabilidad y temblor interno, y se muestra preocupado, diciendo: “Doctora, no puedo tragar las albóndigas de mi mujer”.
Exploración: Destaca fascies hipomímica, hipersalivación, perdida del braceo, bradicinesia, hipotensión ortoestática.
Test de Yesavage breve: 6 puntos (normal ≤5)
Enfoque familiar
Vive con su mujer. Hasta hace unos meses jugaba a petanca y acudía al 'Casal' para jugar al dominó.
Desarrollo
La clínica y las pruebas complementarias nos plantean descartar como primera opción proceso neoformativo, por lo que se deriva a UDR, donde se realiza el diagnóstico de anemia mixta secundaria a insuficiencia renal crónica y gastritis crónica.
Dada la persistencia del cansancio, la inestabilidad postural, bradiquinesia, síndrome depresivo y la aparición de disfagia se orienta como Enfermedad de Parkinson subtipo inestabilidad postural-disfagia.
Diagnóstico diferencial:
Proceso neoplásico, Parkinsonismo secundario, Enfermedad cerebro-vascular
Tratamiento
Abordaje biopsicosocial
Levodopa/Carvidopa
Evolución
A las 72h de iniciar Levodopa/Carvidopa mejoran la disfagia y la inestabilidad. Al mes del tratamiento, reanudó actividad física y actividades de ocio.
Los protocolos clínicos (como el de cribaje de neoplasia), nos permiten optimizar los recursos y agilizar el proceso diagnósticos. Sin embargo, es papel del médico de familia, la reevaluación de los síntomas en cada consulta, que permitirá realizar una nueva orientación diagnóstica cuando sea necesario.
A destacar la importancia de una anamnesis y exploración clínica detallada.
Conviene desautomatizarnos, mirar y escuchar al paciente, para así, poder interpretar su manera de expresarse y realizar un diagnóstico clínico correcto.