XLIV Congreso de la semFYC - Barcelona
14-16 de noviembre de 2024
Enfoque individual
Mujer de 27 años.
Dolor e inflamación pretibial izquierda de 1 mes de evolución, sin mejoría a pesar de antiinflamatorios no esteroideos de forma ocasional, con progresivo empeoramiento y dificultad para caminar. Pico febril de 38 ºC puntual hace 1 semana, autolimitado. Aumento subjetivo de disnea hasta moderados esfuerzos.
Exploración física: constantes normales, buen estado general, eupneica en reposo; auscultación cardiopulmonar y orofaringe normales; 3 nódulos subcutáneos pretibiales izquierdos con eritema local, dolor a la mínima palpación; sin signos de trombosis venosa profunda.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Juicio clínico: paniculitis al estudio.
Diagnóstico diferencial:
Tratamiento y planes de actuación
Dados los antecedentes de la paciente y la persistencia de la clínica, se solicitan pruebas complementarias: analítica general (incluyendo proteína C reactiva, velocidad de sedimentación globular), anticuerpos antiestreptolisina O, radiografía de tórax y prueba de Quantiferon.
Mientras tanto, se pauta empíricamente antibioterapia de amplio espectro y corticoides vía oral.
Evolución
En visitas sucesivas de seguimiento, la paciente recuerda traumatismo local intenso 2-3 meses antes, con hematoma local y posterior evolución a los nódulos subcutáneos.
Pruebas complementarias dentro de normalidad, finalmente se consigue resolución del cuadro tras 2 tandas de corticoterapia y medidas físicas.
Diversos trastornos cutáneos pueden ser la primera manifestación de patologías autoinmunitarias, teniendo todas ellas como base signos macroscópicos de inflamación inespecífica.
Dada la importancia pronóstica de cuadros tanto autoinmunes (lupus, sarcoidosis, neoplasias) como infecciosos (tuberculosis), es fundamental descartar este tipo de entidades, sobre todo en caso de mala evolución inicial.
De todas maneras no debemos olvidar los agentes físicos como una de las posibles etiologías.