XLIV Congreso de la semFYC - Barcelona
14-16 de noviembre de 2024
Hombre 58 años acude servicio de urgencias por erupción cutánea generalizada, pruriginosa, 1-2 semanas evolución. Una semana antes, tomó acetilcisteína por resfriado.
Enfoque individual
Hipertenso, hipertrigliceridemia, neumonía COVID-19.
Exploración física:
Tensión aterial: 158/93 mmHg, Frecuéncia cardíaca: 85 lpm, Temperatura: 36,7 ºC, Saturación O2 99%. Exploración de la piel: Erupción papular eritematosa edematosa confluente en cara, cuero cabelludo y tronco, con lesiones más aisladas a extremidades. Descamación a espalda. Algunas áreas ya tienen coloración residual. Pruriginosas con ardor y quemazón. Resto de exploraciones anodino. Analíticas y serologías Dentro de la normalidad. Cultivo escamas negativos, biopsia: Dermatitis perivascular y daño de la basal. Foliculitis por pityrosporum.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Tras el resultado de la analítica, serologías y biopsia. Descartando causas infecciosas y sistemáticas; la dermatóloga llega a diagnóstico de Pitiriasis Rubra Pilaris.
Ante un eritema generalizado pruriginoso persistente al tratamiento de primera elección, hay que descartar patologías que ponen en riesgo la vida del paciente para llegar con la ayuda del especialista al diagnóstico y mejorar la calidad de vida.
Diagnóstico diferencial:
Dermatitis seborreica, Pitiriasis versicolor, Síndrome DRESS.
Tratamiento y planes de actuación
Se administra inicialmente prednisona, itraconazol y antihistamínicos, sin respuesta terapeutica. Posteriormente; se inicia tratamiento con metotrexato con mejoría clínica.
Evolución
Se inicia tratamiento con prednisona con itraconazol durante un mes, sin mejoría clínica ni sintomatológica. Persistencia de prurito con descamación. Las lesiones se han modificado y se han empeorado con eritrodermia descamativa con lesiones psoriasiforme en tronco, lesiones xeróticas e ictiosiformes en EEII y queratodermia palmoplantar. Presenta isletas de piel sana.
Actualmente se ha iniciado tratamiento con metotrexato semanal durante 6 meses, se administró las primeras dosis, con buena respuesta clínica.
La gravedad de la enfermedad es la afectación negativa a la calidad de vida debido al prurito cutáneo, el dolor y la disestesia; disminución de la función de las manos y los pies por la queratodermia palmoplantar; y los impactos en la salud mental. La educación del paciente y las estrategias terapéuticas adaptativas son esenciales para optimizar los resultados en esta afección dermatológica desafiante.