XLII Congreso de la semFYC - Sevilla
del 30 de junio al 2 de junio de 2022
Enfoque individual
Antecedentes personales: hipertensión arterial, dislipemia, demencia vascular, infarto agudo de miocardio, insuficiencia renal crónica, insuficiencia cardiaca, fibrilación auricular, portador de marcapasos.Tras tres semanas, el paciente solicita valoración domiciliaria, por clínica compatible con descompensación de su insuficiencia cardiaca.
Al desvestirle para explorarle se observa empeoramiento de las lesiones cutáneas, que han evolucionado a ampollas de contenido amarillento, tensas, sobre base eritematosa, y costras hemorrágicas, extendiéndose al resto del tronco y cara interna de brazo izquierdo, sin dolor ni prurito asociado.
Enfoque familiar y comunitario
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Juicio clínico: Penfigoide ampolloso.Tratamiento y planes de actuación
Se deriva a urgencias hospitalarias por descompensación cardiaca y para valoración de las lesiones.Evolución
Durante su ingreso se realiza biopsia cutánea para estudio por anatomía patológica e inmunofluorescencia directa ante la sospecha de penfigoide ampolloso.Se inicia tratamiento con corticoides sistémicos, curas tópicas con fomentos de sulfato de zinc y corticoide tópico de baja potencia, con buena evolución.
La anatomía patológica confirmó el diagnóstico de sospecha.
El penfigoide ampolloso es una enfermedad ampollosa autoinmune crónica que afecta principalmente a pacientes mayores de 75 años, frecuentemente con comorbilidades y polimedicación.
Se han descrito factores desencadenantes como fármacos (espironolactona, furosemida, antidiabéticos orales iDPP4, antibióticos…, entre otros) y asociación con enfermedades neurológicas como demencia y enfermedad de Parkinson.
Ante la aparición de lesiones ampollosas es importante realizar una anamnesis exhaustiva y una exploración minuciosa, prestando atención a las características de las ampollas (tamaño, contenido, si son tensas o flácidas, signo de Nikolski), la sintomatología acompañante y su distribución. Esto permitirá orientar el diagnóstico desde la consulta de Atención Primaria, decidir el tratamiento inicial y valorar la pertinencia de realizar biopsia o posterior derivación.