XXXVII Congreso de la semFYC – Madrid
del 4 al 6 de mayo 2017
Atención Primaria.
Caso multidisciplinar.
Dolor en codo izquierdo.
Enfoque individual
Antecedentes personales: Alergia AINEs y AAS, no fumadora ni consumo de tóxicos. No intervenciones quirúrgicas
Anamnesis: mujer de 43 años consulta por dolor limitante de codo izquierdo de meses de evolución, punzante, irradiado a antebrazo, se añaden parestesias en 3-4º dedo y despierta por las noches. Jugadora habitual de pádel.
Exploración: limitación de la extensión completa.
Enfoque familiar
Enfoque familiar: casada, buen soporte familiar. Buen entorno social, con red amplia. nivel socio-cultural alto.
Desarrollo
Se orienta, por antecedente de actividad física, a epicondilitis; pautando analgesia (incluído derivados mórficos) no efectios. Se realizan varias infiltraciones sin éxito.
Dada la persistencia del dolor y múltiples consultas a Atención Primaria, se decide estudio por imagen con Rx y EMG resultando ambas normales.
En un mes se intensifica dolor, siendo incoercible por la noche, por lo que se decide realizar RMN de codo: infiltración endomedular de cubito izquierdo de distribución metafisodiafisaria proximal de 13 cm, respetando médula ósea, afectación ósea heterogénea acompañada de edema de partes blandas que afecta a músculo anconeo y flexor profundo de los dedos, en global 17 cm de tumoración. Para completar el diagnóstico es necesaria biopsia ósea: tumor maligno de células pequeñas, compatible con Sarcoma de Ewing
Se realiza estudio de extensión con Gammagrafía ósea y TC toraco-abdominal resultando negativo.
Tratamiento
Quimioterapia (6 ciclos) y Radioterapia pre-operatoria, cirugía reconstructiva con exéresis de la totalidad del cúbito e injerto óseo. 4 ciclos de Quimioterapia post-cirugía. Soporte emocional, fisioterapia, rehabilitación y terapia ocupacional posterior para recuperar la máxima funcionalidad posible del antebrazo.
Evolución
Tras año y medio, la paciente presenta leve limitación de la flexo-extensión del codo, nula pronosupinación del antebrazo, astenia y menopausia precoz como secuela de la quimioterapia, pudiéndose reincorporar a su puesto de trabajo con prácticamente total normalidad.
En medicina dos y dos no son siempre cuatro. Tener en cuenta que los pacientes son únicos, del mismo modo que sus patologías. Ante un síntoma común, debemos recordar siempre los diagnósticos poco prevalentes, haciendo de nuestra labor en Atención Primaria, un reto diario.