XL Congreso Nacional y I Congreso Virtual de la semFYC - Valencia
del 15 de septiembre al 6 de octubre de 2020
Atención Primaria y Servicios Urgencias.
Síncope y diarreas
Enfoque individual
Varón de 78 años con antecedentes de hipertensión, diverticulosis y neoplasia de próstata en remisión des de 2002. Consulta por episodio de pérdida de conocimiento con relajación de esfínteres, sin otra clínica asociada, en contexto de un cuadro de diarreas y vómitos de 48h de evolución.
La exploración física en el momento de la consulta es completamente normal. Se realiza un electrocardiograma que no muestra alteraciones. Se orienta como un síncope vasovagal en contexto de una gastroenteritis.
El paciente reconsulta a las 48h por persistencia de vómitos y diarrea, por lo que es derivado a urgencias para pruebas complementarias. El análisis de sangre es anodino y la radiografía de abdomen muestra una dilatación del colon transverso, por lo que se solicita un TC abdominal, donde se informa de una lesión estenosante a nivel de sigma compatible con una lesión neoplásica.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Se orienta como una oclusión intestinal en contexto de una probable neoplasia de sigma y el paciente ingresa para tratamiento quirúrgico urgente.Tratamiento y planes de actuación
Se informa al paciente de que la primera sospecha diagnóstica es de una oclusión intestinal en contexto de una probable neoplasia de sigma y se ofrece al paciente realizar una cirugía de Hartmann de urgencia, que se realiza sin incidencias.
Evolución
El paciente evoluciona favorablemente en el post-operatorio. Se analiza la pieza quirúrgica sin encontrar evidencia de neoplasia infiltrativa. El análisis de los ganglios linfáticos regionales muestran metástasis de adenocarcinoma de origen prostático, por lo que se orienta finalmente como una recidiva de la neoplasia prostática que llebava en remisión 17 años.
Aunque estemos aconsumbrados a ver patología banal, como puede ser una gastroenteritis, es importante estar atentos a los signos de alerta, así como a las reconsultas.
Muchas veces los diagnósticos de presunción acaban siendo incorrectos, por lo que hemos de ser prudentes en cuanto a la información que damos al paciente y esperar a tener resultados, sobretodo cuando se trata de malas notícias.