Mujer de 37 años que consulta por dolor y tumefacción en tercer dedo de mano derecha.

Enfoque individual

Acude a consulta porque refiere que desde hace 5 años presenta una tumoración en la falange proximal del tercer dedo de la mano derecha que en los últimos tres meses se asocia a episodios intermitentes de dolor y aumento de tamaño. Como único antecedente destaca traumatismo a dicho nivel hace 5 años con una caja mientras estaba en el trabajo, aunque no se realizó ninguna prueba de imagen en ese momento .

A la exploración se observa una tumefacción a nivel de falange proximal, ligeramente dolorosa a la palpación con escasa limitación para los últimos grados de flexión.

No presenta antecedentes patológicos de interés.

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

Ante una lesión ósea de estas características lo primero que tenemos que plantearnos es el diagnóstico diferencial entre un tumor óseo benigno o maligno.

-        Benigno: asintomáticos, largo tiempo de evolución, no invasión de otras estructuras.

-        Maligno: dolor (inflamatorio), escasa respuesta tratamiento analgésico, evolución rápida, localmente agresivos, tendencia a metastatizar.

Dados los hallazgos, se solicita una radiografía AP/Lateral donde se observa una lesión lítica, de borde escleroso, en tercio distal de primera falange que no invade cortical ni partes blandas. Se solicita TC para mejor estudio en la que se identifica una lesión compatible con condroma.

Tratamiento y planes de actuación

Se informa a la paciente de la benignidad de la lesión, pero dado que permanece muy sintomática se deriva a Traumatología para valoración de tratamiento quirúrgico.

Evolución

La paciente fue intervenida mediante curetaje y relleno de cavidad con injerto óseo quedando asintomática.

Los tumores óseos se consideran lesiones poco frecuentes, predominando las lesiones benignas y pseudotumorales sobre las malignas.

Como conclusión, si bien la labor del médico de familia es fundamental en la orientación inicial de la naturaleza de las lesiones óseas a través de la anamnesis y exploración física, son necesarias pruebas de imagen para completar el diagnóstico dada la similitud en la forma de presentación de tumores benignos y malignos en algunas ocasiones. El tratamiento generalmente es conservador, siendo quirúrgico en casos sintomáticos o en sospecha de malignidad.