Atención Primaria. Caso multidisciplinar.
Varón de 11 años que acude a consulta de Pediatría de Atención Primaria en 2017 refiriendo disminución de agudeza visual de inicio incierto de predominio en ojo derecho, observado al comenzar las clases en septiembre.
Enfoque individual
Sin antecedentes de interés, vacunación correcta y buen desarrollo estatoponderal.
A la exploración presenta en ambos ojos pupilas isocóricas normorreactivas, motilidad ocular externa normal con AV ojo derecho de 0.7. La campimetría por confrontación es normal. Se decide remitirle a consulta de Oftalmología para valoración.
Enfoque familiar y comunitario
Ambos padres son miopes.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Disminución de agudeza visual de inicio incierto en niño sano con exploración oftalmológica normal en Atención Primaria.
Ante una disminución de agudeza visual en un niño sano con exploración oftalmológica normal lo primero que hay que valorar es el tiempo de inicio. Si es de inicio progresivo se debería pensar en defectos de refracción, asociados habitualmente a antecedentes familiares e importantes por el empeoramiento del rendimiento escolar y limitación del desempeño social que pueden causar. Si la pérdida de agudeza visual es súbita, habría que descartar traumatismos oculares por agentes físicos y orgánicos, como los fototraumatismos retinianos por punteros láser o incluso láser cosmético.
Tratamiento y planes de actuación
No precisa corrección óptica.
Evolución
Dos años más tarde, en 2019, el paciente vuelve a consulta refiriendo mayor disminución de agudeza visual, con sensación de «mancha blanca» por ojo derecho. Se remite a Oftalmología, donde con anamnesis dirigida «confiesa» que justo antes de comenzar con las alteraciones visuales, jugando con su hermano, le apuntó con un láser en el ojo, notando una «sensación extraña» en el mismo.
Se realiza fondo de ojo y OCT, apreciándose alteración focal subfoveal del epitelio pigmentario de la retina, diagnosticándose de fototraumatismo retiniano.
Desde los años 90, la maculopatía inducida por punteros láser ha sufrido un auge posiblemente debido a su fácil disponibilidad en ferias o internet. Los niños entre 9 y 15 años utilizan el puntero láser como juguete y miran y apuntan a ojos, pudiendo provocar daño visual irreversible. Es muy importante alertar a las sociedades de Medicina Familiar y Comunitaria, Pediatría y padres sobre este problema de salud pública.