Atención Primaria.

Nódulo en cuello.

Enfoque individual

Mujer de 38 años, sin antecedentes personales a destacar y antecedentes familiares de quistes tiroideos, que acude a consulta por presentar desde hace un mes un nódulo en región laterocervical izquierda con molestias a la palpación, pero no al deglutir. En la exploración física se palpa nódulo de consistencia intermedia, no fijo a plano profundo, de aproximadamente 3-4 cm de diámetro; con molestias a la palpación, sin signos inflamatorios. 

Hallazgos ecográficos

Al realizar la ecografía se observaron lóbulos tiroideos de ecogenicidad homogénea, sin captación Doppler. Lóbulo derecho: múltiples lesiones anecogénicas con borde bien definido, ovaladas, la de mayor tamaño midió 5,2 mm x 8,1 mm x 7,8 mm, volumen 0,2 ml, sin captación, sin imágenes densas en su interior. Se calcula TI-RADS de 0. Lóbulo izquierdo: lesión redondeada de bordes bien definidos, tamaño 19,3 mm x 22,8 mm x 23,3 mm, volumen 5,4 ml; con imagen de contenido heterogéneo de localización excéntrica, impresiona de calcificación, sin captación Doppler. Se calcula TI-RADS 4b al presentar 2 de los 6 signos sospechosos de malignidad, sin adenopatías. 

Pruebas complementarias

Se realizó una analítica sanguínea con TSH, T4, reactantes de fase aguda y hemograma normal y una radiografía de tórax sin alteraciones evidentes. 

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

Se planteo un diagnóstico diferencial entre nódulos tiroideos y adenopatías laterocervicales, mediante la ecografía clínica realizada en consulta se confirmó el diagnóstico de quistes tiroideos y se estableció el riesgo de malignidad (TI-RADS). 

Tratamiento y planes de actuación

Se decidió realizar interconsulta con endocrinología de forma preferente.

Evolución

La paciente actualmente está pendiente de ser valorada por el servicio de endocrinología.

El estudio de las alteraciones del tiroides por medio de la ecografía nos puede orientar a la hora de diferenciar las lesiones benignas de las malignas, como en este caso que al realizar la ecografía pudimos observar lesiones compatibles con quistes tiroideos, de los cuales mediante la clasificación TI-RADS nos encontramos con una lesión tipo 4b, moderadamente sospechosa de malignidad, por lo que se pudo derivar a la paciente de forma preferente. En definitiva, la realización de la ecografía en Atención Primaria es una herramienta en nuestra práctica clínica diaria que agiliza el diagnóstico y tratamiento oportuno en nuestros pacientes.