XXXIX Congreso de la semFYC - Málaga
del 9 al 11 de mayo de 2019
Atención Primaria
Mujer, 46 años, consulta por aparición de lesiones nodulares pruriginosas, eritematosas en extremidades superiores de meses evolución
Enfoque individual
Dermatitis atópica, migraña, rinnitis alérgica. No tratamiento habitual ni hábitos tóxicos.
Nódulos eritematosos, consistencia elástica, pruriginosos no descamativos.
Analítica sin alteraciones. Biopsia de la lesión: dermatitis superficial y profunda, con eosinofilia, compatible con reacción a antrópodo sugestivo de escabiosi nodular persistente.
Enfoque familiar y comunitario
Dos meses antes, el núcleo familiar presenta cuadro de prurito intenso, orientado de sarna. Recibieron tratamiento tópico con escabioides, curándose todos, excepto ella con aparición posterior de nódulos en brazos, espalda, ingles.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
La sarna es una enfermedad cutánea infecciosa parasitaria. Puede tener un difícil diagnostico por la amplia gama de síntomas y presentaciones. Se caracteriza por prurito generalizado de predominio nocturno. El diagnóstico es clínico. El diagnóstico diferencial es con otras dermatosis pruriginosas: dermatitis atópica, foliculitis, forunculosis, eczema de contacto, urticaria papular, acropustulosis de la infancia, picaduras de insecto, linfoma cutáneo de células T, histiocitosi células de Langherhans, Lupus o penfigoide bulloso.
Tratamiento y planes de actuación
Recibió tratamiento tópico con corticoides sin mejoría y posterior con pimecrolimus
Evolución
Desaparición de lesiones a los meses.
Existen tres presentaciones clínicas de sarna: clásica, costrosa i nodular.
La sarna nodular es una forma infrecuente y se caracteriza por lesiones nodulares, de consistencia firme, cupuliformes e 2-6mm de diámetro, eritematosas, no costrosas ni descamativas y pruriginosas. No son contagiosas. Se localizan en partes cubiertas del cuerpo: genitales, ingles, axilas. Se debe a una respuesta granulomatosa a antígenos y heces del acaro muerto. El diagnóstico es clínico y por distribución de lesiones; tiene utilidad tratarla ante un diagnostico probable. Tiende a persistir durante meses o años incluso después de la erradicación del parásito. Se caracteriza por tener una pobre respuesta al tratamiento tópico con escabioides. Pueden tratarse con conticoides tópicos de alta potencia durante 2-3 semanas o administración intralesional de ellos (triamcinolona) si hay pocas lesiones. Pueden usarse preparados tópicos con alquitrán (no en genitales) como la crema de crotamitron en niños. Algunos estudios sugieren usar inhibidores tópicos de calcineurina en las formes resistentes (tacrolimus tópico 0,03%, pimecrolimus), todavía en fase experimental. Los antiparásitos orales como ivermectina (200mcg/kg) son otra opción